Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3
Te metes en el lío de las consecuencias de los reales decretos leyes aprobados recientemente por el Gobierno, el 4/2010 y el 8/2010, y te das cuenta de que entre las reales ganas de atajar por el lado más corto y aquellos amigos que pusieron en marcha aquel otro real decreto ley, el 5/2000, han llevado a que aunque la farmacia en sí misma es un elemento de estabilidad, también es verdad que ella misma no la tiene. Por eso, en el acto convocado la pasada semana por el Instituto de Formación Cofares se oyeron cosas como que “no habrá ningún Gobierno que se proponga hacer reformas estructurales, que son las que hacen falta para valorar las alternativas que en este foro se proponen”.
¿Por qué será que el dato más significativo para los farmacéuticos no es ese de que en la oficina de farmacia puede pasar como en aquella serie de televisión que rezaba Aquí no hay quien viva? Porque lo primero que se hace en esos casos, cuando vienen mal dadas, como dijo el director general de Cofares, José Antonio López Arias, es despedir al personal y poner a trabajar a la familia detrás del mostrador. Aunque lo sorprendente es que, al parecer, el descuento que obtiene la farmacia de la distribución supone el 30 por ciento de su beneficio. Es sorprendente que tengas que acudir a un gestor de la interpretación de los datos como Rafael Borrás, de Antares, que nos enseñó eso que llamó “la función estabilizadora del medicamento”. Se refería a que en muchas ocasiones, ante las deficiencias del propio sistema, es muy importante cómo la medicación amortigua la necesidad de ingreso, aplaza quitando el dolor, intervenciones o socorre para clasificar mejor ciertas patologías.
Tomen buena nota de que se han tomado ya 25 medidas legislativas en 15 años y todas ellas quedan diluidas como cuando tiras un vaso de agua en el mar. La dilución se debe a que el aparato administrativo de los gobiernos, tanto de derechas como de izquierdas, dictamina al corto plazo y huyen de reformas con nuevos modelos o fórmulas de cambios estructurales profundos. Así que me metí de lleno a interpretar lo que dijo Yolanda Tellaeche, presidenta del Instituto de Formación Cofares, para desbrozar la ciencia del problema en la farmacia asistencial. Y no se cortó ni un pelo, dijo que las medidas de contención del gasto eran ineficaces porque la demanda seguirá aumentando. Porque no analiza la oferta. Porque no es posible seguir financiando todo y para todos.
Aportó una idea innovadora y realista, la de aumentar la combinación entre farmacias y centros de salud de cada área, a fin de compartir campañas de prevención. Para Tellaeche el precio del medicamento no puede ser caro ni barato, tiene que estar dotado de un valor justo y equilibrado que permita un correcto funcionamiento de toda la cadena.
Con todo, la presidenta del instituto dijo que las medidas afectan de manera dramática al eslabón más débil, la farmacia, que acabará generando menos empleo, menos inversión, menos stock y menos formación.