| viernes, 04 de marzo de 2011 h |

Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3

Sabemos cuál es la receta, se ha dicho en Infarma y ha quedado claro. El futuro del sector pasa por consolidar el papel sanitario del farmacéutico, generar un marco legal estable y apostar por la inversión en I+D. Antonio Mingorance, el presidente de Fedifar, la patronal de la distribución, subrayó que los recortes de precios de los medicamentos del Gobierno central y las medidas unilaterales de las comunidades autónomas, que limitan la prescripción y dispensación de fármacos financiados por el SNS, están comprometiendo la viabilidad económica de los agentes del sector. Entre ellos, las empresas de distribución.

Y ante este berenjenal, una frase para acotar y recordar, la del presidente del Grupo Cofares, Carlos González-Bosch: “Yo me puedo hacer cargo de que la crisis económica ha supuesto una disminución de los recursos que maneja el Estado y que manejan las autonomías. Pero no me puedo hacer cargo de que bajando el coste de la factura farmacéutica un 10 por ciento haya consejeros que anuncien que luego, a partir de mayo, volverá a haber otra andanada contra la oficina de farmacia. No lo puedo creer, no lo puedo aceptar. Es imposible que aceptemos ese panorama. Porque esas personas que dicen eso no están trabajando para el futuro, están trabajando para su futuro. Y ese no es el futuro de un sector como el nuestro, que juega un papel importantísimo en la salud”.

Tiene gracia que el director general de Farmacia y Productos Sanitarios, Alfonso Jiménez, haya dicho que es fundamental, en su opinión, consolidar el papel sanitario de la oficina de farmacia. Tiene gracia que solamente haya empleado ‘decretazos’ con nocturnidad y alevosía para sustentar semejante afirmación.

De todas formas, ahora lo que se lleva es estar informados. Y cuando uno decidió hacerlo en estas páginas, acertó. Quiero felicitar al conjunto de profesionales que hacen posible este periódico “tan global” que, bajo la batuta de Santiago de Quiroga, ha conseguido que sea el favorito de los farmacéuticos. Así que, ya sabéis José María López Alemany y Juan Nieto, a sacar pecho, que no pasa nada por una dosis, “sólo unidosis” de autoestima. Me llama la atención, además, que lo elijan más de la mitad de los boticarios. Y lo que es mejor, que su credibilidad e influencia sea tan notoria como notable.

EG es visto por sus lectores como un periódico con credibilidad por el 84,5 por ciento de los mismos. Además, el 65,8 por ciento considera que tiene influencia con sus informaciones. Igualmente, los lectores también valoran el enfoque de la información sobre “comunidad del medicamento”, así como los análisis que realiza.

Además, los lectores asocian a EG con la mayor calificación en el tratamiento de informaciones de la farmacia, casi un 20 por ciento, mientras que el segundo, El Farmacéutico, se sitúa en el 17,8 por ciento. Igualmente, también es el periódico que más se asocia con la información de industria, con un 35,6 por ciento, mientras que Correo Farmacéutico no llega al 30 por ciento. Es lo que hay. Seguro.