Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3
España es uno de los países de la UE con una mayor capilaridad de farmacias. Eso indicó el experto de Antares Consulting Rafael Borrás, que matizó que de las 21.166 farmacias un 22 por ciento están situadas en áreas rurales con menos de 5.000 habitantes. Según dijo, España es el cuarto país con menor ratio de habitantes por farmacia, con 2.192 habitantes y con una media de dos farmacéuticos por oficina. Dio unos datos curiosos, como que el 87 por ciento de la población tiene accesible una farmacia a menos de 250 metros de su domicilio y el 97,3 por ciento a una distancia igual o menor a cinco kilómetros, empleando para llegar a ella entre 2,5 y 6 minutos. Sin embargo, para él, la importancia de la distribución farmacéutica consiste en que además de las funciones logísticas, ofrece otra serie de servicios de gran valor añadido para los agentes clave.
Por otra parte, hay que tener en cuenta una serie de ventajas en su función para los laboratorios. Como es el caso del ahorro de la necesidad de mantener los almacenes y el aprovechamiento de toda la red de distribución. En ese sentido, como ventajas también se inscriben varios conceptos. La posibilidad de disponer en períodos de dos o tres horas de cualquier fármaco, sin necesidad de hacer frente a unos elevados costes de stock, garantizando el abastecimiento permanente. El acceso a las 21.000 farmacias independientemente de la ubicación, las condiciones comerciales favorables y los servicios complementarios.
La botica es garantía de autenticidad de los productos que adquiere y suministra evitando falsificaciones, realiza un seguimiento de cada lote para proceder eficazmente a su retirada cuando sea preciso y, sobre todo, asegura el acceso al medicamento de forma inmediata, segura y efectiva. Se aportan al sistema más de 15.000 puestos de trabajo y proporciona la participación y colaboración en acciones sociales y humanitarias. Pero lo importante es para el análisis de Antares la distribución. Así, recuerda que sus principales servicios consisten en que ofrece una amplia cartera de servicios con un valor añadido que se materializa en un beneficio social, económico y sanitario a los stakeholders del mercado.
Para favorecer el contenido funcional, ortodoxo y científico, divulgador y de educación sanitaria, de vertebración con las prestaciones públicas de salud, la farmacia tiene un valor añadido. Eso es lo que hay que potenciar y así entendí la ponencia de Borrás, que me llevó a saber que son útiles los servicios que ayudan al boticario a gestionar mejor, los que aumentan su valor hacia el paciente y esos servicios de consulta y respuesta automática que durante 24 horas prestan acceso a la información al servidor web del mayorista por parte del farmacéutico. Sin olvidar la formación continuada del farmacéutico. Es lo que hay. Seguro.