| viernes, 24 de septiembre de 2010 h |

Dr. Bartolomé Beltrán, director de Prevención y Servicios Médicos del Grupo Antena3

Nos vamos a Bilbao. Hay que apuntarse al XVII Congreso Nacional Farmacéutico y trasladar la música a otra parte. Nunca mejor dicho, porque se celebrará en el Palacio de Congresos y de la Música de esa ciudad trasformada por un museo, el Guggenheim. Vamos a andar Bilbao, y con eso los pasos perdidos de esa profesión tan a pie de calle como es la de boticario. El lema no ofrece dudas: “La farmacia al servicio del paciente”. Me gusta el eslogan, pero sobre todo por su redundancia en el ciudadano que además está enfermo, o quizás afecto de un proceso crónico que le amarga la vida. Eso que constituye la clientela diaria de la Atención Farmacéutica. Sin embargo, como dice la presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Carmen Peña, en este próximo evento se plantearán los retos que en los próximos años marcarán el desarrollo de la profesión.

No pienso perderme la dialéctica y el debate que, bajo el título de “Actualidad Profesional en Alimentación, Dermofarmacia, Ortopedia, Análisis Clínicos, Óptica Oftálmica y Acústica Audiométrica”, moderará Flavia Marina Erazo. En esa mesa resplandece la inteligencia y solvencia de señoras como Cristina Tiemblo, María del Carmen Mijimolle, Carmen Duque de las Heras, María Teresa Román, y el vocal nacional de Alimentación, Aquilino García, al que le toca no sólo defender su vocalía sino que además tendrá la alta responsabilidad de no dejarnos mal a todos los hombres. Me interesa esta mesa, porque creo que ahí está uno de los grandes complementos a potenciar y promocionar para que los farmacéuticos puedan aguantar el tirón de tanto decreto nocivo, pernicioso e impositivo añadidos, gracias a don José Luis Rodríguez Zapatero, a estos tiempos de crisis.

Y ahora viene lo bueno. Me acabo de acordar al oír lo de crisis. El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid se reunió con el Gobierno de la Comunidad de Madrid y reclama la reordenación del servicio de guardia de las farmacias. El actual sistema “no responde a la demanda real y es claramente deficitario para la farmacia”, según precisó su presidente, Alberto García Romero. Los resultados de un informe de Antares cuestionan, además, la rentabilidad del servicio de guardia. La facturación media de las guardias nocturnas estudiadas es de 31,3 euros, mientras que el coste para el farmacéutico se calcula en una pérdida media por oficina de farmacia y noche de 153 euros. El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid ha reclamado a la Consejería de Sanidad un estudio en profundidad de las farmacias que más guardias realizan, con el fin de “reordenar y racionalizar este servicio”. Pero la enjundia del asunto está en que los servicios públicos hay que pagarlos. Por eso, la aportación anual de las oficinas de farmacia de la Comunidad de Madrid al Sistema Nacional de Salud en concepto de guardias nocturnas se estima en más de cinco millones de euros. Entonces, ¿qué hacemos?