“Claro que me va la marcha, pero es que la Sanidad es lo que me apasiona” “No hay 17 modelos sanitarios distintos” “Un político no tiene que llorar, porque no hay nada que se reclame desde el ámbito farmacéutico que no estemos haciendo” “Lo más importante es fomentar las relaciones personales con la gente” “Me hubiese apetecido ser secretario general de Sanidad, y lo conseguí”
| 2008-10-05T18:01:00+02:00 h |

José Martínez Olmos (Guadix, Granada, 1958), o Pepe, como prefiere que le llamen, “de niño Pepito”, es un apasionado de la sanidad y la política. De la sanidad, porque es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada y desde 1988 profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, donde espera volver una vez termine su periplo político. De la política, porque desde que en 1983 fue concejal de Sanidad y Servicios Sociales de Guadix hasta llegar a la Secretaría General de Sanidad, ha recorrido un largo camino en las filas socialistas. Dos pasiones que apenas le dejan tiempo para disfrutar de la familia. “Eso sí, el fin de semana se lo dedicó por entero a ellos”, dice.

JUAN NIETO

Madrid

Pregunta. ¿José o Pepe?

Respuesta. Pepe

P. ¿Eso de Pepe no se ve con malos ojos dentro del PSOE?

R. No, es un planteamiento que hace que la gente se sienta cercana.

P. ¿Religioso? Es por lo del hijo pródigo y su regreso a la farmacia.

R. Nunca me fui, porque he estado siempre ahí echando una mano. Además, por la farmacia y el mundo del medicamento tengo una predilección especial

P. Con la que cae ahora sobre la farmacia… Le va más la marcha que a su paisano Paquillo Fernández.

R. Claro que me va la marcha, pero es que es lo que me apasiona.

P. ¿Se puede hablar ya de crisis?

R. Se puede hablar de unos cuantos sinvergüenzas, en el mundo global, que ponen en riesgo muchas cosas para los que menos tienen.

P. ¿Y qué hacemos nosotros?

R. Como ha dicho el presidente, hay que asegurar que las políticas sociales se mantienen.

P. Apretarnos el cinturón.

R. Por supuesto, pero la sanidad tiene una larga trayectoria de esfuerzos para mejorar la gestión.

P. ¿La que paga los platos rotos?

R. No, pero hay responsables sanitarios conscientes de la importancia de la sanidad y la necesidad de gestionar bien los recursos.

P. ¿Hay 17 cinturones distintos?

R. No hay 17 modelos distintos. En los últimos Interterritoriales se han aprobado cosas por unanimidad.

P. Pero quien no llora…

R. La sanidad es un motor para la economía y lo que planteamos no es llorar para mamar sino que el SNS sea viable en el futuro.

P. ¿Sigue siendo un ‘interino’?

R. Sí, y encantado. El día que me vaya lo haré contento porque habré cumplido dos sueños: ser partícipe en la política sanitaria de España y volver a una profesión que me encanta y para la que creo que tengo una mayor capacidad. Lo de la interinidad es un argumento para trabajar y no dejar de hacer cosas por si le cesan. Pero también tienes que tener la ambición de estar.

P. Ambiciones. Se rumoreó que podría usted ser ministrable.

R. A mí me apetecía seguir siendo secretario general de Sanidad. Ésa es mi ambición.

P. ¿Poco ambicioso?

R. No, soy muy ambicioso, pero en política hay cosas que no se consiguen por desear, y una de ellas es ser ministro, Soria es un ejemplo.

P. No les pasará con el modelo de farmacia lo mismo que a Boabdil con Granada, ¿no?

R. No, porque hacemos todo para defender nuestra competencia.

P. Entonces, nada de llorar.

R. Un político no tiene que llorar, porque no hay nada que se reclame desde el ámbito farmacéutico que no estemos haciendo.

P. Como dicen los ‘granaínos’, ¿en Bruselas hay gente con malafollá?

R. Sí, hay gente con malafollá.

P. ¿La Comisión va de golía?

R. Es razonable adoptar planteamientos comunes, pero huele mal que siempre intente liberalizar.

P. Pero hay gente que insiste.

R. Sí, pero nosotros también seguiremos insistiendo.

P. A lo mejor se puede arreglar con unos tocinillos de cielo de Guadix, para endulzar la situación.

R. No hay inconveniente en que vengan a Guadix a reflexionar.

P. Después de estar todo el día con la sanidad parar arriba y para abajo, ¿se pone malo al llegar a casa?

R. Trabajo todos los días 14 ó 15 horas, es mi gran defecto, y que sepa todavía no me estoy resintiendo.

P. ¿Hay algo aparte de trabajar (y no me diga… trabajar)?

R. Trato de combinar el trabajo con mis relaciones con la gente. Lo más importante es fomentar las relaciones personales con la gente.

P. Nada mejor que el tapeo.

R. Tapeo menos de lo que quisiera. Pero como las tapas de Granada…

P. De verdad, lo de ministro… ¿no le hubiese apetecido?

R. Me hubiese apetecido ser secretario general de Sanidad, y lo conseguí.