redacción
Madrid
“Quiero hablar más con los profesionales sanitarios y con la industria farmacéutica en general para entender bien sus problemáticas y sus reivindicaciones”. Éstas fueron las primeras palabras de Emilio Marmaneu tras haber sido nombrado primer presidente de la Alianza General de Pacientes (AGP). Una presidencia a la que sólo optaban representantes del movimiento de pacientes. También fue este colectivo el que decidió quién ocuparía el cargo, en base a lo estipulado en los estatutos de la AGP. Todo ello es “muy representativo de la bondad del proyecto”, señaló el nuevo presidente de la organización.
Marmaneu es presidente de la Confederación Española de Familiares de Alzhéimer y otras demencias (Ceafa). El otro candidato, Alejandro Toledo, presidente de la Asociación para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón (Alcer), ocupa hoy la vicepresidencia de la Alianza General de Pacientes, un puesto que será ratificado en la próxima reunión del Comité Directivo.
El diálogo anunciado por Marmaneu es precisamente el eje que orientará la labor de la AGP, que quiere hacer de la participación de los cuatro colectivos —organizaciones de pacientes, profesionales sanitarios, organismos públicos y entidades privadas— un punto determinante para la repercusión de la Alianza en el panorama sanitario. “Cuando se produzca una manifestación de todo nuestro colectivo, con el apoyo de todos sus miembros, va a tener mucho más valor que una reclamación de una asociación”, adelantó Marmaneu, que añadió que “la palabra consenso va a tener que trabajarse mucho porque es la filosofía que impregna la alianza.
Por su parte, Toledo calificó de “enriquecedora” esta iniciativa, y consideró que todos los miembros que la componen juegan un importante papel en el desarrollo del proyecto.
