El abandono de la medicación es una de las causas de que el virus se reactive
Los tratamientos a corto plazo generan inmunidad propia, curando al paciente
redacción
Madrid
Uno de los retos que los hepatólogos plantean frente a la hepatitis B es lograr que el tratamiento de esta enfermedad sea limitado gracias al desarrollo de inmunidad propia en los pacientes, lo que permitiría abandonar las terapias crónicas. Así lo aseguró José Luis Calleja, del Servicio de Gastroenterología del Hospital Puerta de Hierro, en la II Aula Abierta Multidisciplinar en Hepatología, patrocinada por Gilead y celebrada en Santander el pasado día 16.
Por su parte, Javier Crespo, del Servicio de Medicina Digestiva del Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, añadió que las nuevas guías para el tratamiento de esta enfermedad publicadas por la Sociedad Europea de Enfermedades del Hígado inciden a su vez en la necesidad de tratar a estos pacientes con los fármacos de mayor potencia antiviral y una menor tasa de resistencia.
Aún no existen estudios que lo avalen pero Crespo cree que la falta de adherencia al tratamiento es uno de los principales problemas a la hora de tratar esta enfermedad crónica. “Existen fármacos que suprimen al virus casi totalmente”, manifestó, y añadió que la toma adecuada de los fármacos reduce mucho la posibilidad de una resistencia al tratamiento. Sin embargo, según aseguró este especialista, el abandono o toma inadecuada de la medicación provoca que el virus se reactive y que surja una resistencia al tratamiento.