Dentro de 289 días algunas de las farmacias catalogadas como históricas podrían desaparecer como consecuencia del ‘Decreto Boyer’. Aquellos profesionales que no hayan actualizado sus contratos de la Ley de Arrendamiento de 1964 deberán reubicarse en otro local antes del 31 de diciembre del presente año, cuando se extinga una de las leyes más prorrogadas de la historia moderna de España.
El gabinete López-Santiago, dedicado a actividades como la compraventa de farmacias, asegura que “el 85 por ciento de los casos se han resuelto favorablemente, ya que se ha ido pactando una actualización progresiva” de la renta de los locales. Sin embargo, existe un número importante en los que no se ha producido negociación y, ahora, su traslado puede significar el cierre diferentes motivos. Uno de ello sería un alto coste del alquiler que no se podría sufragar y otro la dificultad de traslado dada la elevada densidad de farmacias que existe en España.
El interés patrimonial que tienen algunas de estas farmacias históricas ha sido protegido por algunos ayuntamientos, aunque de manera timorata. Lo máximo que se ha conseguido, según asegura el gabinete López-Santiago, es que “se haya establecido un catálogo de edificaciones que no pueden ser derribadas, como es el caso de Oviedo”.
Existen algunas ventajas para aquellos boticarios que se vean abocados a un traslado forzoso. Sin embargo, también existen casos en los que estas farmacias se adquirieron ya en prórroga forzosa y algunas sentencias jurídicas establecen que dado el conocimiento de la situación, el traslado ya debe ser voluntario, con lo que la desprotección es aún mayor.
