Los COF catalanes y Fefac dudan de los 550 millones que cita el PP en su propuesta

Dicen que la medida no tiene sentido porque la prescripción de EFG es ya del 40%

| 2011-04-08T16:16:00+02:00 h |

irene fernández

Barcelona

Absurdo, irreal e injusto. El sector de la oficina de farmacia en Cataluña no escatimó en críticas al valorar la sugerencia de algunos partidos políticos para implantar un ‘cataloguiño’ a lo catalán para reducir el gasto farmacéutico. En concreto, la propuesta de resolución en el Parlamento de Cataluña presentada por el PP para establecer un nuevo catálogo de prestaciones farmacéuticas de fármacos genéricos desató la semana pasada los reproches de los colegios farmacéuticos y la patronal regional, que cuestionaron el ahorro de 550 millones de euros al que alude el partido.

Lograr un ahorro de este calibre sobre los 1.837 millones de euros de gasto farmacéutico en el último año en la comunidad supondría rebajar un 30 por ciento esta partida. Sin embargo, la región ha conseguido reducir su gasto farmacéutico de un 8 por ciento en 2007 a un -5,62 en la actualidad. Por tanto, para Francesc Pla, vicepresidente del COF de Barcelona, que una medida de este tipo consiga un ahorro en Cataluña de 550 millones de euros “no es cierto”. “Rebajar una tercera parte la factura en medicamentos sería lo mismo que decir que se está malgastando el 30 por ciento del presupuesto”, manifestó.

Lejos de malgastarse, el precio medio por receta en la autonomía se sitúa en una tasa de 11 euros y la prescripción de genéricos supone ya casi el 40 por ciento. Mientras tanto, en Galicia, por ejemplo, la prescripción de especialidades genéricas está en torno al 10 por ciento. “Si la media de España barajara las cifras que tiene Cataluña, en estos últimos cuatro años se habría ahorrado alrededor de 3.000 millones de euros”, afirmó Pla.

Presupuestos

Por su parte, Xavier Tarradas, presidente de la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (Fefac), matizó que era “injusto” que uno de los argumentos del PP para justificar el catálogo sea que el gasto farmacéutico en la región es muy elevado. Según indican en su propuesta los populares, el gasto de este último año se encuentra muy por encima de lo presupuestado. “Lo que deberían de preguntarse es si se presupuestó bien en ese momento, teniendo en cuenta el gasto que había tenido Cataluña en farmacia el año anterior”, sentenciaron desde el colegio barcelonés.

El sector también coincidió en señalar que esta propuesta era fruto de un ataque político en el cual “es muy fácil coger la factura farmacéutica como cabeza de turco de todos los males para lanzar cualquier propuesta”. A este respecto, Pla se preguntó: “¿Es que no se está controlando el gasto farmacéutico en Cataluña? ¿Es que con un precio de 11 euros en receta y una tasa de casi el 40 por ciento de genéricos no se ha hecho un trabajo importante? ¿Es que aquí no afectan los reales decretos y el 7,5 que estamos soportando las farmacias no es un recorte?”. ¿La respuesta? “No es de recibo no tener en cuenta todo eso”, afirmó Pla.

Fefac no se quedó atrás y calificó la propuesta de “improvisación política”. Al tiempo, incidió en la necesidad de contar con un escenario estable y previsible, y en el hecho de que la implantación de una medida así provocaría confusión en los pacientes y comprometería la adherencia al tratamiento. Al final, se volvería sobre el mismo debate: la discriminación de unos ciudadanos por vivir en una comunidad determinada frente a otra. “Esto de hacer un catálogo distinto para cada comunidad me parece totalmente absurdo”, criticó Andreu Suriol, presidente del COF de Tarragona.

Falta de información

El nacimiento de una propuesta así radica, según el COF de Barcelona, en una falta de información. “No podemos hablar de un recorrido que tienen que hacer otras comunidades respecto al gasto porque en Cataluña ya está casi hecho, por lo que estoy convencido de que esta medida es fruto de una falta de información por parte del PP”, reiteró Pla.

En la misma línea opinó el presidente del COF de Tarragona, quien destacó que “una cosa es cuando uno gobierna y otra cuando está en la oposición”. Suriol quiso recordar que rebajar la factura farmacéutica significa perjudicar a la industria, que es un motor de la economía de un país y más en tiempos de crisis.

Sobre este punto, Pla manifestó que “ahora lo que haría falta es pausa, mesura y reflexión, porque el panorama es muy duro y entre todos tendremos que arrimar el hombro”. Por su parte, Suriol matizó que “el que las moléculas de un catálogo priorizado de medicamentos vayan a concurso es discriminatorio y atenta contra la economía general”.

Pese a que, además del PP, otras voces, como la del PSC o la de ICV, también abren la puerta a importar el ‘cataloguiño’ a la región, los farmacéuticos barceloneses se mostraron seguros de que una iniciativa así no saldría adelante. “¿Qué van a buscar en Cataluña con un catálogo si el gasto ya se ha reducido?”, se preguntó Pla. Más escéptico se mostró Suriol, que precisó que “ante las medidas tan insospechadas que vemos nos esperamos ya cualquier cosa”.