La Aemps insiste en la necesidad de liberar al sector de cargas administrativas
La Administración británica ha sacado algunos fármacos de su sistema financiado
Unai García
Madrid
Los retos que se plantea la industria del autocuidado de la salud de cara al futuro son numerosos, pero todos ellos giran en torno al marco legislativo, que será el que dé alas a un sector que va a experimentar cambios a lo largo de este año y de los siguientes. A pesar de las predicciones optimistas para el desarrollo de estos medicamentos de Rafael García Gutiérrez, vicepresidente de la Fundación Cofmanefp y moderador de la mesa de debate celebrada la semana pasada, en el marco de las jornadas de esta fundación, “Los retos y las oportunidades para la industria del autocuidado de la salud”, lo cierto es que este sector decreció el pasado año un 4 por ciento.
En comparación con otros países, en España todavía se utiliza la receta médica como ‘cheque’ para pagar algo que nos falta en casa. La solución pasa por ver qué se hace en el resto de Europa y adaptar algunos modelos, sobre todo el británico. En este sentido, Sheila Kelly, directora ejecutiva de la asociación inglesa de la industria del autocuidado (PAGB), basó su discurso en el análisis de la necesidad de, cuando se padece una dolencia leve, acudir o no a un médico. Kelly argumentó que determinadas patologías no necesitaban un tratamiento de prescripción médica, como en el caso de la obesidad, los problemas urinarios o las enfermedades de transmisión sexual.
De hecho, la Administración británica ha dejado fuera del cupo de medicamentos financiados por el sistema de salud fármacos como Flomax o Alli, por considerar que su indicación puede ser llevada a cabo por un profesional de la oficina de farmacia.
Legislación
Por su parte, Cristina Avendaño, directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), hizo hincapié en que se debían reducir las cargas administrativas, y fundamentó su afirmación en la puesta en práctica de dos medidas legislativas. La primera de ellas, el Real Decreto de Variaciones, que acelera la incorporación de nuevos medicamentos. Este decreto se centra en tres medidas: acelerar el sistema de notificaciones, un silencio positivo para la aprobación de 30 días y agrupar las variaciones del medicamento en una única solicitud vía Internet.
La otra medida legislativa es la Ley Ómnibus, que supone la desaparición del proceso de calificación por parte de la Aemps de los medicamentos publicitarios, así como la tasa específica. Por otro lado, Avendaño pronosticó que de cara a un futuro sería fundamental prestar atención a la falsificación de medicamentos, por medio de la directiva europea, y la regulación de la venta por Internet.
Alimentación y cosméticos
Respecto al sector de la alimentación, el director del área alimentaria de la Asociación Europea de Industria del Autocuidado de la Salud (Aesgp), Luca Battistini, resaltó la necesidad de establecer un comité, y centró su intervención en el debate que existe en torno a los mensajes que se deben incluir en el cartonaje. Asimismo, indicó que “los suplementos nutricionales también necesitan ser regulados como un complemento a la dieta”, y recalcó la importancia de redefinir la línea que separa un alimento de un medicamento, al poner el acento en la redacción de las afirmaciones sanitarias y la carencia de la regulación en los alimentos suplementarios por su fecha de caducidad.
Por su parte, Miguel Puente, representante en España de la Comisión Europea, centró su intervención en los cosméticos y señaló que Europa es líder mundial en este mercado, al mover al año 65.000 millones de euros. En este sentido, incidió en que los puntos cruciales eran incrementar la seguridad jurídica en este sector, dar seguridad al producto y reducir las trabas administrativas, con lo que se conseguiría reducir costes y liberar recursos para crecer. “Este reglamento entrará en vigor en julio de 2013 y será de aplicación inmediata”, manifestó.