Martínez Olmos anuncia que el presupuesto estará condicionado por el contexto, pero que lo importantes es sacar rendimiento a los recursos

Se formarán mesas permanentes con reuniones periódicas representadas por varios ministerios, comunidades autónomas y Farmaindustria

| 2011-02-04T15:44:00+01:00 h |

irene fernández

Madrid

Optimista. Así se mostró la semana pasada durante un debate sobre el sector farmacéutico español el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, en referencia al futuro de la industria farmacéutica en nuestro país. Tanto que la concreción del Plan Sectorial, enmarcado en este futuro y que ya tomó forma hace dos semanas durante una reunión entre Sanidad, Ciencia y Farmaindustria, tiene ya fecha: antes de que acabe el mes de febrero el Ejecutivo definirá las líneas de trabajo. Aunque, como el propio Martínez Olmos se encargó de matizar, “el Gobierno no va a hablar de millones todavía, ni será una gran noticia su anuncio, pero sí que vamos a hacer un esfuerzo de inversión lo más ambicioso que podemos y más adecuado en este momento”.

El Plan Sectorial de la Industria Farmacéutica se encuentra inmerso en el Plan Integral de Política Industrial 2020. Concretamente, en el quinto eje, dotado con algo más de nueve millones de euros. Eso sí, esta cantidad se repartirá entre este plan, el programa Profarma, la Estrategia Estatal de Innovación y el Programa para Fomento de la Competitividad de Sectores Estratégicos.

“Tenemos que aportar las cautelas que el propio contexto nos genera”, dijo Martínez Olmos. Y es que, tal y como recalcó en más de una ocasión, el objetivo es el de “trabajar todos juntos por un marco estable, pero condicionado por un contexto de austeridad”.

Por eso, la restricción de partida del Ministerio de Sanidad debería ser vista como “una enorme oportunidad”. “No se trata de cuánto vamos a gastar, sino cómo lo vamos a gastar”, afirmó. Ése es el objetivo que, en su opinión, puede conseguirse de manera “realista” y, gracias al Plan Sectorial, sacar más rendimiento a los recursos.

Áreas estratégicas

Los esfuerzos se encaminarán hacia tres áreas fundamentales. La primera, relanzar la investigación clínica en los hospitales españoles. “Estamos compitiendo todos los días por ensayos clínicos y cuanto más tardemos en responder como sistema sanitario más oportunidades perdemos”, apuntó el número dos del Ministerio de Sanidad. De hecho, hizo hincapié en la idea de que algunos países europeos, a pesar de contar con peor sistema sanitario que el nuestro, disponen de centros de salud homologables para la realización de estos ensayos. Y, una vez más, volvió a insistir en la financiación: “Esta área es fundamental no tanto por la inversión económica que suponga, sino por la capacidad de competir por la excelencia y la calidad”.

Para lograr este objetivo, Laura González-Molero, presidenta y consejera delegada de Merck en España, insistió en una “necesidad urgente”, la de “actuar en marcos regulatorios predecibles y estables en el medio y largo plazo, así como con una financiación adecuada y realista acorde a las necesidades del SNS”. Gracias al Plan Sectorial, dijo, será posible con una “actitud activa de diálogo abierto”, a la que Martínez Olmos añadió el requisito de mayor flexibilidad y capacidad de adaptación de las autonomías.

En segundo lugar, y como reto añadido, se encuentra el de asegurar la mayor presencia posible de la industria farmacéutica en España, desde el punto de vista de su capacidad de producción, de sus instalaciones y de su capacidad para generar empleo. En este sentido, el secretario general de Sanidad resaltó la importancia de que el marco estratégico se realice con los diferentes ministerios.

De momento, el diseño de trabajo ya está planteado: se formarán varias mesas abiertas y permanentes que tendrán reuniones periódicas y representarán tanto a la Administración pública, con los ministerios implicados en este ámbito (Economía y Hacienda, Industria, Innovación y Sanidad) y las comunidades para determinadas cuestiones, como a los representantes de Farmaindustria. La meta se fijará en el fomento de la internacionalización, fundamentalmente en Europa, aunque no de manera exclusiva porque, como señaló Martínez Olmos, “tenemos que ser ambiciosos a pesar de las adversidades”.