Marina Geli

Consejera de Salud de Cataluña

| 2010-10-15T16:31:00+02:00 h |

Con comisión de armonización hospitalaria propia

Eliminar las diferencias o discrepancias “no justificadas” en el uso de los fármacos entre los diferentes centros hospitalarios es uno de los objetivos al que también se ha apuntado el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut). Para ello, ha dictado una instrucción mediante la cual se crea el Programa de Armonización Farmacoterapéutica de la Medicación Hospitalaria de Dispensación Ambulatoria.

En la exposición de motivos de la instrucción, que entró en vigor el 18 de octubre, el CatSalut no sólo hace referencia a la definición de ‘uso racional de los medicamentos’ de la Organización Mundial de la Salud, sino también al continuo incremento que ha experimentado la factura farmacéutica hospitalaria debido a la aparición de nuevos medicamentos y a la aprobación de nuevas indicaciones de principios activos ya comercializados, una tendencia que CatSalut considera que crecerá todavía más en el futuro.

Por otro lado, el Servicio Catalán de la Salud también ha aprobado la instrucción que regula la utilización de medicamentos autorizados en condiciones diferentes a las establecidas en la ficha técnica.

c. r.

Madrid

¿Se ha roto el pacto sanitario? Ésa es la pregunta que surgió tras la ruptura del consenso en la Subcomisión del Congreso de los Diputados. La consejera de Salud de Cataluña, Marina Geli, cree que el pacto es todavía posible, aunque no sin que se reformule de alguna manera el sistema sanitario.

Pregunta. ¿Se ha roto el pacto?

R. A mi entender, la hoja de ruta del 18 de marzo sigue vigente. Desde Cataluña hemos reclamado reiteradamente un acuerdo en materia de sostenibilidad, calidad y equidad del sistema de salud, desde que en 2005 presentamos las conclusiones del primer ‘Informe Vilardell’.

P. Si no se ha roto, ¿puede sufrir entonces algún retraso?

R. En este caso deberíamos hacer de necesidad virtud y aprovechar el contexto económico para sellar un gran pacto de Estado. El pacto sigue siendo necesario, urgente y posible. Se dan las condiciones políticas para llegar al acuerdo, siempre y cuando se desplacen los intereses a corto plazo y seamos capaces de focalizar nuestros esfuerzos en el medio y el largo plazo, donde los objetivos son compartidos.

P. ¿Cuál es su posición en torno a los trabajos institucionales?

R. Debemos tener presente que es urgente pactar la financiación para 2010-2013, teniendo en cuenta la crisis y la necesidad de reducir el déficit público. El primer paso es reconocer la infrafinanciación de la sanidad y la necesidad de implantar medidas que permitan garantizar su sostenibilidad económica con horizonte 2030. Únicamente así lograremos mantener los niveles de calidad y equidad.

P. ¿Y el segundo paso?

R. Pasa por establecer políticas para y con los actores del sistema encaminadas a aumentar la eficiencia del modelo actual que es en sí mismo bueno, y por eso no debemos cambiarlo sino reformarlo para mejorarlo. Debemos trabajar en la universalización de la autonomía de gestión por parte de los profesionales, fomentando un nuevo profesionalismo, basado en el fomento del reconocimiento profesional y de un modelo retributivo que aporte valor añadido tanto a ellos como al sistema. También ha llegado el momento de afrontar una revisión de los ingresos y las tasas sanitarias, a la vez que fomentamos un papel central de las agencias regionales de calidad y de evaluación para garantizar la calidad y la eficiencia de nuestros servicios.

P. ¿Y con la industria?

R. No debemos perder el tren de la I+D+i. Estamos bien posicionados internacionalmente y debemos trabajar en un plan que incluya a la industria farmacéutica, biotecnológica y de tecnologías médicas. Así aseguraremos el crecimiento de un sector económico vinculado a la salud que puede ser clave para la sostenibilidad del sistema, a la vez que es el ejemplo del nuevo modelo productivo que debemos hacer posible.