c. r. Madrid | viernes, 26 de octubre de 2012 h |

Aunque no es culpable hasta que se demuestre lo contrario, y él sigue negando las acusaciones de fraude, el periplo con el que John Dalli, antitabaquista de pro, ha dejado la Comisaría Europea de Salud Pública, acusado de un delito de tráfico de influencias para modificar la Directiva del Tabaco a favor de una tabacalera, ha sumido a Malta en una especie de vergüenza que hay que remendar. El primer ministro, Lawrence Gonzi, insiste en creer que el nombramiento de Dalli fue adecuado en su momento, aunque lamente las consecuencias de su salida para todo el país. De ahí que el candidato propuesto, Tonio Borg, tenga un doble cometido si llega a comisario: no solo dirigir la política sanitaria europea, sino restablecer el orgullo perdido de Malta.

Los ciudadanos malteses todavía tendrán que aguantar un tiempo de vergüenza. El vía crucis del ex comisario solo acaba de empezar. Los trapos sucios tocan ya a su época como ministro de Asuntos Exteriores y, cómo no, llegan hasta la Comisión Europea, donde parece ser que tampoco era muy popular en el gabinete de José Manuel Duro Barroso.

Y era, precisamente, por el mismo asunto que le ha sacado de la cartera: también se le acusa de conflicto de intereses en asuntos tan cruciales y sensibles como la autorización medicamentos y protección de los consumidores. No obstante, no hay mal que por bien no venga, y desde ese punto de vista, toda la mala fama que acumule Dalli le puede servir a su sustituto a efectos comparadores, por aquello de que es más fácil superar el listón si te lo han dejado bien bajo.

El PP europeo, al que está suscrito el partido que gobierna en Malta, ya ha dado el visto bueno al nuevo candidato, y ha instado al Consejo de la UE y al Europarlamento a ratificarle lo antes posible, dadas la necesidad de un equipo activo al cien por cien para hacer frente a las difíciles circunstancias económicas. De momento, las responsabilidades de Sanidad y Consumo las está asumiendo temporalmente el vicepresidente Maros Sefcovic.

Borg es un abogado especializado en Derechos Humanos. Su candidatura a la Comisión Europea le obligará a dejar la cartera de Asuntos Exteriores y la Vicepresidencia de Malta. Consciente de que su actuación será vigilada con lupa, su llegada al equipo de comisarios abrirá varios interrogantes. El primero, qué ocurrirá con el equipo del que se rodeó Dalli. El nuevo comisario puede optar por nombrar nuevos responsables, aunque la continuidad de los actuales dependerá indiscutiblemente del resultado final de la investigación abierta sobre Dalli.

Particular morbo tendrá la propuesta definitiva de la reforma de la Directiva de Tabaco, un proyecto que sigue adelante pese al escándalo que ha supuesto el Dalligate, como algunos medios ya lo han bautizado, y su visión sobre la política farmacéutica, muy afectada por las decisiones estatales. Eso por no hablar de la brecha que la dimisión de Dalli ha provocado en un momento crítico: Bruselas deberá incrementar los esfuerzos para dotar de transparencia a la actuación de los lobbies que hay en Europa.