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El próximo mes de junio estará disponible la actualización del Documento de consenso sobre el tratamiento con biológicos de la Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa. Así lo adelantaba Fernando Gomollón, jefe del Servicio de Digestivo del Hospital Clínico de Zaragoza y presidente del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (Geteccu) a GACETA MÉDICA, con motivo de la celebración de la reunión nacional de la Asociación Española de Gastroenterología.
“Ahora lo estamos renovando porque han aparecido nuevos fármacos e indicaciones que lo hacen necesario”, asegura el especialista.
En concreto, entre las novedades destaca la ampliación de las indicación de infliximab “que ahora está aprobado su uso en la infancia”, y también la de adalimumab, pues “no solo ha aumentado su espectro en Enfermedad de Crohn, sino que durante este año ha sido aprobado por la Agencia Europea del Medicamento para su uso en colitis ulcerosa”.
Pero, en su opinión, la parte más importante del consenso la constituye la actualización sobre la prevención de los efectos adversos de estos fármacos ya que, como asegura, cuando esta se hace bien disminuyen “muchísimo”, son mucho más tolerables y, por lo tanto, son más manejables y con más seguridad. “En los últimos años hemos adquirido mucha información sobre cómo hacerlo bien, y eso se va a trasladar al consenso”, continúa.
Otro aspecto que destaca Gomollón en el abordaje de la enfermedad de la reunión son los importantes avances en los protocolos de diagnóstico: “Estamos desarrollando unos más completos y que nos permiten valorar mucho mejor la extensión de la enfermedad gracias a las nuevas técnicas y de una manera más racional”, asegura.
Mejorar el diagnóstico
Y es que entiende que uno de los retos de las especialidad está en mejorar el control de la patología y la inflamación para evitar a las complicaciones largo plazo, es decir, conseguir que los pacientes estén controlados la mayor parte del tiempo posible “de manera que el daño que sufren por la misma, que es acumulativo a largo plazo sea el menor posible”, cuenta el presidente de Geteccu.
Un ejemplo de esto es la aplicación de sistemas combinados para situar mejor el diagnóstico en estos pacientes usando en cada uno los dos métodos más adecuados, “que incluyen no solo la endoscopia tradicional sino también la avanzada y el entero-resonancia magnética”. Sobre procesos diagnósticos en la enfermedad inflamatoria se habló en la sesión plenaria. Y es que, como concluye Gomollón, “los conceptos nuevos se basan en reconocer que la enfermedad tiene una progresión y, cuanto mejor actuemos desde el principio y mejor la controlemos, menores complicaciones tendrá a largo plazo”.