| viernes, 11 de febrero de 2011 h |

REDACCIÓN

Madrid

El Ministerio de Sanidad financió durante el pasado ejercicio 190 proyectos de investigación independiente en los que se invirtieron 17 millones de euros. Cabe destacar que no se trata de una iniciativa aislada, ya que desde 2007 el ministerio ha aportado 60 millones de euros para financiar un total de 600 proyectos.

De los 190 proyectos de investigación, casi el 40 por ciento (75) fueron estudios comparativos de análisis de la eficiencia de medicamentos, mientras que el 32 por ciento (62) se encargaron de evaluar la calidad de utilización de estos. Los restantes proyectos financiados estaban enfocados a otros temas: 30 investigaban terapias avanzadas y otros 23 intentaban arrojar luz en torno a las enfermedades raras y los fármacos huérfanos.

Esta estrategia de fomento de la investigación que el Ministerio de Sanidad adoptó hace ya cuatro años, y que mantiene en la actualidad, tiene como objetivo primordial aumentar la investigación en los hospitales del Sistema Nacional de Salud. Eso sí, para ser financiados, estos proyectos deben seguir unas líneas prioritarias de investigación, que son previamente establecidas por el propio ministerio, y que se encuentran divididas en cuatro importantes áreas.

Líneas prioritarias

Los estudios comparativos de análisis de la eficiencia de medicamentos en condiciones reales de uso, el área que recibió mayor inversión en 2010 y en la que el ministerio tiene especial interés, pretenden ser el complemento perfecto a los estudios que las compañías farmacéuticas realizan. Por su parte, los estudios sobre la calidad en la utilización de los medicamentos buscan, sobre todo, detectar los malos usos, identificar su por qué, y, de esta forma, diseñar estrategias de intervención para mejorar esas costumbres. Para llegar a estas conclusiones, los proyectos financiados estudian la comercialización, distribución y producción de los medicamentos y sus consecuencias en la sociedad.

Asimismo, debido a que las enfermedades raras, por su baja prevalencia en la población, no son objeto de muchas investigaciones, el ministerio decidió incluirlas como otra gran área dentro de sus líneas de investigación. Lo mismo sucede con las terapias avanzadas, que se perfilan como un sector emergente de la biomedicina que cambia el enfoque de la sanidad pública y de las que desea ocuparse el ministerio.