El mercado global de dermatología experimentará un fuerte crecimiento hasta alcanzar los 33.700 millones de dólares en 2022, tal y como se desprende de un estudio publicado por la consultora internacional GBI Research. En 2015 este mercado alcanzó unas ventas totales de 20.000 millones de dólares a nivel global y, hasta 2022, se espera que el crecimiento medio anual sea del 7,7 por ciento.
Este aumento en el mercado se producirá, dice la consultora internacional, a pesar del vencimiento de patentes de muchos anticuerpos monoclonales y la entrada de sus respectivos biosimilares en el mercado. La razón de este crecimiento, aseguran, vendrá dada por la entrada en el mercado de nuevas terapias innovadorales con un alto valor terapéutico, tales como dupilumab (Sanofi y Regeneron), AMG-827 (Amgen) y ixekizumab (Lilly).
Jennifer Goossens, analista de GBI Research, explica que actualmente existe una necesidad no satisfecha de encontrar mejores opciones de tratamiento para las alteraciones dermatológicas. En este momento, puntualiza Goossens, “existe una serie de productos biológicos muy prometedores para los trastornos cutáneos importantes, como la dermatitis atópica, el acné común o la rosácea”. En este sentido, asegura que existen 17 tratamientos biológicos en fase III de desarrollo, lo que indica que podrían tener un impacto considerable en los algoritmos de tratamiento en el área de dermatología en el periodo previsto“.
En dermatitis atópica el informe apunta a dupilumab como el tratamiento que más impacto puede tener tanto en términos de beneficios clínicos, como económicos. Además, durante los próximos meses el informe estima que comenzarán a comercializarse inmunosupresores sistémicos mayores para varias indicaciones.
En cuanto a las compañías que liderarán el mercado de dermatología en el periodo estudiado por la consultora, el estudio apunta a Johnson & Johnson, Abbvie, Amgen, Novartis y Roche. Todas estas compañías farmacéuticas liderarán la dermatología a nivel mundial, a pesar de que son numerosos los productos que tienen prevista la caducidad de sus patentes, como es el caso de Humira, de Abbvie, o de Remicade de Johnson & Johnson.