| viernes, 06 de junio de 2014 h |

Merck Serono presentó datos de varios componentes en fase de investigación de su pipeline en oncología e inmuno-oncología en la 50ª edición del congreso anual American Society of Clinical Oncology (ASCO), entre los que destacan los obtenidos en un estudio fase I con su anticuerpo monoclonal anti-PD-L1 (MSB0010718C). Enrique Grande, del Servicio de Oncología del Hospital Ramón y Cajal, hizo referencia a la acción de este fármaco en melanoma metastásico a distancia, con una tasa de respuesta de más del 50 por ciento. Así, la limitación con la que se ha encontrado el laboratorio tiene que ver, según el especialista, con el hecho de de que “no todos los pacientes que no expresan PDL-1 no responden”.

Asimismo, manifestó que en los pacientes respondedores no solo se consigue aumentar la supervivencia en tiempo, sino que también se gana en calidad. “Con el anti-PD-L1 se consigue una tasa de respuesta que no se veía con la quimioterapia o incluso con las nuevas dianas y tenemos una superviviencia libre de progresión entorno a los 11 meses”, concluyó.

Por su parte, la norteamericana Bristol-Myers Squibb aprovechó el encuentro para presentar datos de varios estudios. El que ofreció resultados más avanzados fue un fase III CA184-029 aleatorizado, doble ciego, con (Yervoy) ipilimumab 10 mg/kg en pacientes con melanoma en estadio 3. Como confirmó Alfonso Berrocal, jefe de sección del Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario de Valencia, durante los 2,7 años de estudio, un 46,5 por ciento de los pacientes que fueron tratados con este fármaco de BMS no recayeron, frente al 34,8 por ciento en el caso del grupo de control. Un 16 por ciento de los pacientes se vieron afectados por su toxicidad, y en el 48,8 por ciento de los casos se tuvo que suspender el tratamiento.

Junto a los datos de este ensayo, Berrocal hizo alusión a otros dos: uno con nivolumab (003) y otro con la combinación de este con ipilimumab (004), para melanoma metastásico. En el primero de ellos, el 48 por ciento de los pacientes seguía con vida después de dos años de tratamiento, mientras que la cifra bajaba al 41 por ciento en el tercer año. “El prurito (35 por ciento) y los problemas grastrointestinales (25 por ciento) fueron los efectos adversos más frecuentes”, prosiguió.

En cuanto a la combinación, los resultados del ensayo fase I, dirigido al establecimiento de la dosis más adecuada, apuntan a una supervivencia global del 94 por ciento en el primer año y de un 88 por ciento en el segundo cuando ambos fármacos se administraron de forma concurrente en el formato de 1 mg y 3 mg respectivamente. El 60 por ciento de los pacientes tuvo problemas de toxicidad y el 25 por ciento se vio obligado a abandonar el tratamiento. También presentó novedades en melanoma la suiza Roche. Concretamente, informó de los resultados del estudio fase Ib con la combinación del inhibidor de MEK cobimetinib junto con el inhibidor de BRAF vemurafenib, para pacientes que expresan la mutación de la proteína BRAF V600.

Antoni Ribas, del Centro Oncólogico Jonsson de la Universidad de California, dijo que los datos apuntan que “con la combinación hay más pacientes que responden reduciendo el tamaño del tumor y además de forma más prolongada porque logran evitar algunas resistencias a estos fármacos”.