Este indicador farmacéutico se anotó la pasada semana una caída del 4,4%
Entró nuevamente en rentabilidades negativas en el acumulado del año
L. Díaz
Madrid
La semana pasada se convirtió en una semana negra para el Índice Global. El sector farmacéutico no fue ajeno a las caídas generalizadas de los mercados, y de los valores que integran el Índice Global, 28 de ellos cerraron con pérdidas y tan sólo un valor consiguió avanzar posiciones. Fue además una semana con una volatilidad muy acentuada, con cinco valores con caídas superiores al 10 por ciento. Los movimientos más significativos fueron, por el lado alcista la subida que se anotó Merck KGaA del 1,9 por ciento. Mientras, por el lado negativo cabe destacar que Baxter lideró las pérdidas, con un retroceso del 20 por ciento.
El Índice Global cerró la semana con una bajada del 4,4 por ciento, su peor comportamiento de los últimos meses, aunque en línea con la evolución que mostraron los mercados en unas sesiones claramente bajistas. Tras el castigo de estos últimos días el Índice Global se sitúa con rentabilidad negativa en lo que va de año del 1,8 por ciento, si bien en la comparación interanual muestra todavía un buen comportamiento, con una ganancia acumulada del 2 por ciento.
El valor peor parado de la semana fue Baxter, que sufrió una durísima corrección en la que fue su peor semana de los últimos años, en la que perdió lo ganado en el segundo semestre del pasado año: acumula una rentabilidad negativa en 2010 del 19 por ciento. El origen de este varapalo se encuentra en la comunicación realizada por la compañía hace unos días, que corregía sensiblemente a la baja su estimación de crecimiento para 2010: rebajó el dato inicial que contemplaba un crecimiento de sus ventas entre el 5 y el 7 por ciento y lo situó entre el 1 y el 3 por ciento. Baxter adujo como uno de los principales motivos de esta previsible ralentización la reforma sanitaria impulsada por el gobierno americano. En estos últimos días dos casas de bolsa, JP Morgan y William Blair, rebajaron su recomendación sobre Baxter de “comprar” a “mantener”.
Asimismo, Abbott finalizó con un retroceso del 5,3 por ciento, y acentuó la línea bajista que mostraba desde principios de marzo y que le ha llevado a cotizar actualmente un 7 por ciento por debajo de su precio de cierre de 2009. Frente al comportamiento alcista que presentó durante el segundo semestre del pasado año, ya desde principios de 2010 Abbott comenzó a mostrar síntomas de agotamiento: evolucionó en un primer momento en horizontal, para más adelante entrar en una senda claramente bajista. Los analistas estiman para Abbott un precio objetivo de 62 dólares, un 23 por ciento por encima de su precio actual, objetivo que en estos momentos se presenta un tanto difícil de alcanzar en un mercado tan errático como el actual.
Gilead también fue uno de los valores más castigados, con un retroceso del 9,7 por ciento, con lo que acentuó el movimiento bajista que inició a mediados de febrero y que le ha llevado a situarse actualmente por debajo de su precio de comienzos de año, con lo que acumula en este periodo una rentabilidad negativa del 6 por ciento, sensiblemente peor que la de la media del sector. Actualmente Gilead se mueve en mínimos del año, muy lejos, casi un 30 por ciento, del máximo histórico que marcó a mediados de 2008, cuando llegó a superar los 56 dólares. Los analistas, no obstante, contemplan su recuperación a corto y medio plazo, y estiman un precio objetivo medio de 52 dólares, un 25 por ciento por encima de su precio actual.
Amgen tuvo un comportamiento menos negativo, pero también experimentó un caída, el 3,3 por ciento, en la que fue una de sus peores semanas del año, lo que no le impidió mostrar rentabilidades positivas en el acumulado del año. Amgen conserva gran parte de las plusvalías obtenidas en su último periodo alcista, que abarcó desde noviembre del pasado año hasta finales de marzo. Los analistas estiman un precio objetivo para un horizonte de doce meses de 68,5 dólares, un 17 por ciento por encima de su precio actual.
Por otro lado, respecto a las farmacéuticas españolas, cabe señalar que se situaron entre los valores con peor evolución en estos últimos días, contagiados en gran medida por el ambiente fuertemente bajista de la bolsa española, afectada por el empeoramiento de la crisis griega. De los cinco valores que integran el Índice Global, tres de ellos cerraron con retrocesos superiores al 10 por ciento, mientras que los otros dos sufrieron caídas del 7 por ciento. Con estos castigos algunos perdieron referencias históricas, que en ciertos momentos han actuado de soporte. Almirall retrocedió un 11 por ciento, y en pocas semanas ha pasado de cotizar por encima de los diez euros a moverse cerca de los ocho euros. Faes sufrió una caída el 10,8 por ciento y retrocedió por debajo de los tres euros.