Santiago Culí, director de comunicación de Boehringer Ingelheim

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Carmen M. López, RSC | viernes, 11 de julio de 2014 h |

Pregunta. ¿Qué supone el reconocimiento Fundamed&Wecare-u en esta materia?

Respuesta.Para nosotros supone el premio a una larga trayectoria en este ámbito. Mucho antes de denominarse RSC o RSE, en Boehringer Ingelheim ya se realizaban distintas iniciativas que ahora tienen esa denominación.

P. ¿Cuál es la importancia de la RSC en la compañía?

R. Es una actitud y una manera de pensar que existe desde que en 1885 Albert Boehringer fundó la compañía en Ingelheim, Alemania.

P. ¿Cuáles son las líneas generales de actuación?

R. En general se intentan llevar a cabo iniciativas que ayuden a conciliar trabajo y vida personal, así como una cultura de cuidado de la salud. En el primer caso, tenemos flexibilidad de horario y nos regimos por uno más europeo (a las 7pm se apagan las luces), además de una jornada intensiva que coincide con el solsticio de verano. En cuanto al cuidado de la salud, el equipo de Medicina del Trabajo lidera numerosas iniciativas que van desde la propuesta de menús saludables hasta la revisión periódica de las posturas en el lugar de trabajo. Uno de los resultados de estas iniciativas es que poseemos el certificado de Espacio Europeo Cardiosaludable desde el 2012.

P. En cuanto a los pacientes, BI participa activamente con instituciones académicas en varios países, así como con sociedades médicas…

R. BI ha desarrollado durante la última década un gran número de programas en colaboración con autoridades sanitarias, sociedades médicas y pacientes para reducir la carga social y económica de diversas enfermedades de gran prevalencia, entre otras EPOC (haciendo espirometrías gratuitas en diversas ciudades de España), ictus (desarrollando la campaña ‘Ictus, Tú eres el protagonista’) o diabetes (implementando a nivel nacional la campaña ‘esDiabetes, tómatela en serio’). También otras no relacionadas con las áreas terapéuticas en las que investigamos, como son donaciones de sangre, programas de voluntariado con niños, escuelas, etc.

P. ¿Hasta qué punto se encuentra interiorizada la RSC dentro de la estrategia de la compañía?

R. Ya en nuestro ‘Leitbild’, similar a la misión de la compañía, se recoge nuestro compromiso con la investigación de enfermedades, y también fomentar el bienestar económico y social de los países en los que operamos, así como el cuidado medio ambiental y del entorno, con la implementación de medidas que van más allá de las mínimas necesarias.

P. Recientemente, trabajadores de la empresa han colaborado en la formación de estudiantes de la Universidad de Zambia…

R. Sí, es cierto. Dentro de una iniciativa pro bono, abogados de Boehringer Ingelheim, junto con seis abogados de la firma legal DLA Piper, ofrecieron un programa de formación sobre redacción jurídica y análisis legal a los alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Zambia (UNZA). A lo largo de toda la semana, las clases enfatizaron en un enfoque práctico (learning by doing), estimulando la participación activa y el diálogo con los alumnos que asistieron a la formación. Además, BI colaboró ofreciendo una beca de formación en Alemania entre todos los alumnos asistentes y donó material informático. Este proyecto se halla en sintonía con la iniciativa Making More Health’, fruto de la alianza entre la compañía farmacéutica y Ashoka.

P. ¿Tenéis algún reto en mente?

R. El gran reto es mantener la ocupación, las inversiones en formación e investigación para seguir contribuyendo al desarrollo de nuevos medicamentos. Esa es la gran responsabilidad social de cualquier empresa del sector. No obstante, esto está siendo complejo, pues nuestro entorno está cambiando continuamente y las políticas aplicadas en los últimos años, no han ayudado mucho. Hay que evolucionar, adaptarse y seguir adelante, pues estamos convencidos de que aportamos valor a la sociedad. Nuestra razón de ser sigue tan viva como hace más de 125 años.

P. ¿Cuáles son los planes de futuro en materia de RSC de la compañía?

R. Lo más importante ahora mismo es ‘Making More Health’, una iniciativa de partenariado global entre Ashoka y Boehringer Ingelheim con el objetivo de promocionar la búsqueda de soluciones innovadoras a través de emprendedores sociales que aporten proyectos en salud útiles para la sociedad.

P. ¿En qué se basa esta alianza?

R. Tenemos tres iniciativas principales. La primera es la selección de 50 emprendedores sociales elegidos o también llamados fellows, por sus ideas en el ámbito de la salud. En España contamos con dos fellows que reciben el apoyo de Boehringer Ingelheim España: Jordi Martí y su proyecto DBS (Dry Blood Spot Screening) para el diagnóstico preventivo de enfermedades transmisibles y no transmisibles para comunidades desfavorecidas. Y Miguel Luengo con MalariaSpot, una manera de aplicar el crowdsourcing al diagnóstico médico. Se trata de una combinación de videojuego, imágenes médicas y crowdsourcing que hace accesible el diagnóstico de la malaria en todos los rincones del planeta.

En segundo lugar, el desafío ‘Changemakers’. A través de la comunidad online de Ashoka, se conecta emprendedores sociales en todo el mundo, a través del intercambio de experiencias e ideas. En este contexto nació el desafío “Más salud: mejorando la vida de individuos, familias y comunidades” auspiciado por ambas compañías y en el que participaron personas que querían aportar ideas para lograr el bienestar tanto individual como familiar y de la comunidad. En enero de 2013, surgió el segundo desafío bajo el título “Transformando los sistemas de salud: modelos de negocio que cambien el juego”, una competición online global que busca modelos de negocio que puedan reordenar las motivaciones del sistema de salud en los mercados maduros y emergentes, cubrir la brecha en el sector y llevar asistencia médica a comunidades en mercados emergentes.

Finalmente, la promoción de una nueva generación de agentes de cambio, la Youth Venture. Con el objetivo de centrarse en la próxima generación de agentes de cambio a través de un programa que desafía a los jóvenes a diseñar soluciones comunitarias para la salud. La idea es que todo el mundo puede tomar la iniciativa y atender las necesidades sociales, en lugar de buscar a una pequeña élite que lo dirija.

“Hay que evolucionar, adaptarse
y seguir adelante, pues estamos convencidos de que aportamos
valor a la sociedad”