C.M.L | viernes, 07 de noviembre de 2014 h |

En 2011 tuvo lugar la presentación del Libro Verde sobre Responsabilidad Social de las Empresas, un trabajo que sirvió como base para iniciar el debate institucional europeo en esta materia. Desde entonces, y hasta el año 2011, cuando la Comisión Europea presentó la Estrategia Renovada de la Unión Europea sobre Responsabilidad Social de las Empresas, la RSE ha ganado progresivamente en la agenda de prioridades. Prueba de ello es la Estrategia Europa 2020 que recoge el compromiso europeo de establecer un nuevo enfoque en responsabilidad social empresarial. En España, ese compromiso ya ha cobrado forma, con la Estrategia Española de RSE, que tras haber pasado por todos los estamentos pertinentes y procesos consultivos, hace unas semanas era aprobada por el Consejo de Ministros. De esta manera, el documento dotará a nuestro país de un marco común de referencia que permitirá armonizar las distintas actuaciones que, en relación a la Responsabilidad Social, se están desarrollando tanto en el ámbito público como en el privado.

Se trata de una actuación que responde a las recomendaciones plasmadas en la Estrategia Renovada de la UE sobre RSE, que insta a los países miembros a impulsar políticas nacionales en esta materia y que, tal y como manifestó la Ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez “compromete a las empresas, las administraciones públicas y al resto de organizaciones para avanzar hacia una sociedad y una economía más competitiva, productiva, sostenible e integradora”.

Durante su intervención, Báñez explicó que “la estrategia es el resultado de más de un año de trabajo en cuya elaboración han participado los cuatro grupos que componen el Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas (administraciones públicas, empresas, sindicatos y sociedad civil organizada), además de otros ministerios, CC.AA., entidades locales, responsables de RSE y expertos académicos”.

Claves de la estrategia

El proyecto aspira a impulsar acciones para reforzar y alinear los compromisos de las empresas y de las administraciones públicas con las preocupaciones de la sociedad, entre ellas, la generación de empleo. Además, busca contribuir a reforzar los modelos de gestión sostenibles que ayuden a las empresas a ser más competitivas y a las administraciones más eficientes.Por último, pretende potenciar aquellos programas de responsabilidad social que impulsen la Marca España, la credibilidad internacional y la competitividad de la economía española, junto a la sostenibilidad y la cohesión social. Entre las medidas que incluye y para mejorar la transparencia y favorecer que tanto las empresas como el resto de las organizaciones puedan hacer públicos sus informes de responsabilidad social y sostenibilidad, Báñez anunció que se pondrá en marcha una herramienta telemática y un procedimiento de publicación de las memorias e informes de responsabilidad social y sostenibilidad sin cargas administrativas adicionales. Para la ministra, “en este momento no hay mayor responsabilidad social que el empleo”. Del mismo modo, anunció que a través del Consejo Estatal de la Responsabilidad Social de las Empresas, se pondrá en marcha de forma inminente el Observatorio de la Responsabilidad Social de las Empresas. En definitiva, el documento incluye una clasificación de las 60 medidas que contempla según su prioridad (13 son de prioridad muy alta, 17 son de prioridad alta y 30 son de prioridad media) y determina qué entidades son las encargadas de impulsar y poner en marcha cada una de las actuaciones.