No son los replicantes de Ridley Scott en Blade Runner, pero casi. Se trata de las primeras máquinas expendedoras de fármacos, una iniciativa pionera en Europa que ha levantado la polémica en el panorama farmacéutico británico. De momento, existen varias unidades de estas máquinas automáticas en el Hospital Sunderland Royal y en otros cuatro centros médicos del Reino Unido, así como en dos establecimientos de la cadena de supermercados Sainsbury’s.
Las máquinas MedCentre funcionan a través de radiofrecuencia y tras insertar el paciente su receta, proporcionan a éste el medicamento correspondiente prescrito por el médico. Incluso se podrán poner en contacto con el farmacéutico a través de vídeo a cualquier hora del día. Por su parte, la asociación británica de farmacia se mostró muy crítica. “Pueden ser un complemento, pero no sustituir el servicio que ofrecen las farmacias. El consejo y el contacto humano es vital en estos casos”, afirmaron.