| domingo, 02 de noviembre de 2008 h |

c. r.

Madrid

Un mal momento o una mala idea. El caso es que en Cataluña ahora mismo casi nadie quiere oír hablar del copago farmacéutico ni de su reforma. Las críticas recibidas tras las declaraciones de la consejera de Salud, Marina Geli, de reformar el modelo actual (ver EG núm. 403), fueron tantas que el Gobierno catalán decidió en su reunión de la semana pasada no abordar este asunto, a pesar de que es uno de los temas cuyo debate, dentro de un marco de consenso global, pretendía tratar la Consejería de Salud para hacer el sistema “más equitativo”.

Según CiU, los problemas de la sanidad catalana no se resolverán hablando del copago, sino con una buena gestión y financiación pública. En este sentido, la federación nacionalista le recordó a Geli que los ciudadanos catalanes “ya tienen un copago más que el resto del Estado a través del céntimo sanitario”.

Por ello, el portavoz de Sanidad de CiU en el Parlamento catalán, Francesc Sancho, pidió a la consejera que deje de lanzar “globos sonda” en torno a un asunto sobre el que sus socios de Gobierno y el ministro de Sanidad, Bernat Soria, dijo, “la desautorizan permanentemente”.

Lo cierto es que el planteamiento lanzado desde la Consejería de Salud, que coincide con el que en su día planteó también el consejero de Sanidad de Asturias, de estudiar las fórmulas adecuadas para evitar que ciudadanos con un bajo nivel de renta tengan que contribuir a sostener el sistema sanitario más que otros ciudadanos jubilados pero con un nivel de renta más elevado, no ha calado ni entre los socios del tripartito.

La portavoz de IUV, Dolors Camats, consideró que las declaraciones de Geli fueron “del todo desacertadas” y más aún “en plena crisis económica”. En lugar de ello, la formación ecosocialista estimó que la consejera tendría que haberse preguntado “si se hace todo lo posible para racionalizar el gasto farmacéutico” mediante medidas como la selección de la medicación necesaria, la potenciación de los genéricos, el sistema de precios de referencia o la presentación adecuada a la prescripción.

Más financiación pública

CiUy ICV y ERC creen que antes de hablar de reformar el copago farmacéutico hay que agotar todas las vías existentes, que pasan por aumentar en lo posible la financiación pública, una postura compartida por las federaciones catalanas de CC.OO. y UGT. En este momento, la iniciativa de Geli sólo ha recabado ciertos apoyos entre parte del colectivo médico, siempre previo acuerdo social.

Desde el departamento de Salud catalán dicen que el debate se habría formulado independientemente del contexto de recesión económica en el que estamos, aunque reconocen que “puede ser que el actual marco haga preciso avanzar en algunas líneas de reforma”.

En todo caso, y pese a que el Ejecutivo catalán dice tener la voluntad de “seguir invirtiendo más en salud”, la consejera está dispuesta a llevar el debate de la sostenibilidad del sistema a la nueva financiación catalana. Según aseguró la semana pasada, durante la colocación de la primera piedra de las nuevas urgencias del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, serán los fondos del Estado que asegura el ‘Estatut’ “los que garanticen mayores inversiones en la sanidad”.