El centro madrileño de la británica participó en el descubrimiento de la molécula

Se encarga de todo el screening de GSK junto a otro centro ubicado en Filadelfia

| 2011-02-11T16:26:00+01:00 h |

Arturo Díaz del Campo

Madrid

El papel que el Centro de Investigación Básica (CIB) que la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK) tiene situado en la localidad madrileña de Tres Cantos volvió a demostrar su importancia en el descubrimiento y desarrollo de Revolade (eltrombopag DCI). El medicamento, un agonista del receptor humano de la trombopoyetina, se comercializa desde diciembre de 2010 indicado para el tratamiento de la púrpura trobocitopénica primaria inmune (PTI).

En este sentido, tal y como aseguró Cristina Pascual, hematóloga del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, “Revolade es el único medicamento de administración oral que tiene esta indicación”. Y es que, la ingesta por vía oral permite que exista un tratamiento “de administración fácil con pocos efectos secundarios y que mejore el recuento de plaquetas en el paciente, lo que es muy importante”.

Eltrombopag fue descubierto por GSK en Estados Unidos durante un ensayo de screening. “Lo que hicimos fue implementar ese ensayo celular en Tres Cantos, y medíamos la actividad de los compuestos que se iban sintetizando en Estados Unidos durante todo el proceso que conocemos como SAR (relación estructura-actividad)”, explicó Maite de los Frailes, directora del grupo de screening farmacológico del CIB de GSK en España. Asimismo, describió el funcionamiento del centro, que “es responsable de algo más de la mitad del screening que se hace en GSK, ya que hay otro centro en Filadelfia”. El CIB cuenta con un personal de 70 trabajadores, de los que 60 se dedican a labores de investigación.

“Siempre trabajamos en etapas iniciales, en el descubrimiento primario de las moléculas o en fases tempranas del desarrollo preclínico. Nunca hemos participado en estudios posteriores de ensayos clínicos”, continuó De los Frailes. El CIB de Tres Cantos cuenta actualmente con dos millones de moléculas, que se distribuyen a través de un robot a las distintas plataformas, que tienen una especialización tecnológica. “Todas las plataformas pueden correr ensayos de una tecnología concreta para diferentes áreas terapéuticas”, concluyó De los Frailes.