Redacción Madrid | viernes, 15 de junio de 2012 h |

Los continuos cambios en la legislación y la mala situación económica, que han propiciado el estrechamiento de los márgenes de beneficio de la botica española, han puesto de relieve que el modelo tradicional de gestión farmacéutica ya no tiene cabida en un sector que intenta modernizarse para sobrevivir.

Hoy en día, una buena gestión farmacéutica pasa por un óptimo manejo de la partida de compras y por el mantenimiento de un control férreo en el stockaje, algo que, según la responsable del departamento de Gestión Dinámica de Asefarma, Belinda Jiménez, “siempre va a generar una parte positiva en la cuenta de resultados”. Una especie de salvavidas al que hay que agarrarse para “abaratar los costes en las compras y evitar tener dinero en stock inmovilizado en las estanterías de la farmacia”, cuestiones fundamentales para poder impulsar la rentabilidad de una farmacia.

Para la experta en gestión de oficinas de farmacia, lo importante es dirigir bien los esfuerzos, dejando un poco al margen el medicamento, al que la normativa apenas permite ya sacar rendimiento, y apostar por la parte que no está vinculada a la venta del mismo. “La farmacia se tiene que centrar en aprovechar el tráfico de clientes que le aporta la receta para desarrollar la venta libre”, que según Jiménez, es lo que le “va a permitir poder conseguir una mejor rentabilidad en su botica”. Desde hecho, puntualizó, “las farmacias que están por encima de la media en cuanto a margen bruto de beneficio son las que muestran un carácter más proactivo y unos índices de venta libre importantes”.

Respecto al capítulo de recursos humanos, Jiménez explicó que se trata de una faceta con un papel cada vez más determinante, ya que es importante contar con un equipo que sepa entender los objetivos del negocio y la forma en que se deben alcanzar. “Tener un equipo organizado, estructurado y motivado, que tenga una planificación de trabajo y de los objetivos marcados por un plan de negocio” es otro de los aspectos más importantes a la hora de definir el funcionamiento interno de una oficina de farmacia, “sobre todo cuando se trata del caso de un establecimiento grande, donde se depende del equipo”, explicó.

Asimismo, Jiménez destacó el valor de las negociaciones con los laboratorios, en las que, según Jiménez debe generarse beneficio para las dos partes. “La clave es entrar en negociaciones win to win con los laboratorios, de tal forma que se establezcan unas bases que permitan beneficiarse tanto a la botica como al laboratorio”, aseguró.

En su opinión, el boticario debe preocuparse por establecer sistemas de pago, ayudas en las ventas y objetivos fijos anuales, sin olvidar que se trata de elementos a los que se les puede sacar mucho partido. “La dinámica está cambiando, pero sí es cierto que se puede sacar mucho provecho de las relaciones con los laboratorios, si se elige bien y en base al cliente”, concluyó.