| viernes, 16 de julio de 2010 h |

Pablo Martínez, periodista e historiador

El éxito de la película Avatar (James Cameron, 2009) se debe en gran parte a que ofrece un cambio de la percepción visual. Los espectadores están acostumbrados a ver cine en dos dimensiones (2D) y Avatar es la primera gran producción que ha incorporado la visión tridimensional (3D) creando una ilusión de profundidad. Las películas en 3D existían antes de Avatar, pero eran la presentación de un fenómeno curioso. A partir de ahora se generalizarán y se multiplicarán. En el mundo real las percepciones dominantes también cambian cuando alguien plantea un punto de vista distinto: tierra plana o redonda; ser los seres elegidos que ocupan el centro del universo o tener conciencia de que vivimos en una esquina…

Durante años he escuchado y reproducido declaraciones de farmacéuticos señalando que las medidas de contención del gasto farmacéutico público basadas en bajadas de precios son inútiles, y que lo relevante sería que los gobernantes se centraran en controlar la demanda, las recetas. En un curso de verano de la Universidad Complutense en El Escorial, celebrado la semana pasada, el consejero de Salud de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, uno de los hombres más sabios de nuestra gestión sanitaria, reconocía la necesidad de controlar el número de recetas. El problema radica en la dificultad de llevar a cabo ese control con los indicadores actuales del gasto, orientados a la ejecución presupuestaria y los porcentajes de crecimiento del gasto farmacéutico. Para cambiar esa visión dominante, que podríamos denominar de 2D (crecimiento del gasto y desviación presupuestaria) es necesario un nuevo punto de vista. Una de las conquistas más necesarias para que los farmacéuticos hagan valer la percepción real del gasto es modificar el actual esquema de indicadores, tienen que lograr una visión 3D y, para ello, son necesarios indicadores y series históricas de recetas por habitante, gasto per cápita, proporción de gasto farmacéutico sobre PIB, número de recetas por niveles de utilidad terapéutica… Sólo así empezará a cambiar la actual percepción y las medidas que se adopten.