| viernes, 24 de junio de 2011 h |

Pablo Martínez, periodista e historiador

Contenidos, la empresa editora de este semanario farmacéutico, de Gaceta Médica y de Estar Bien, tras varias tentativas inició la semana pasada la difusión de dos programas de actualidad sanitaria y de salud en Intereconomía TV. Un salto a una televisión de ámbito nacional que representa para los profesionales sanitarios una de las mejores plataformas para que su trabajo sea valorado y apreciado por toda la sociedad. Cierto es que dentro de la sociedad el subconjunto de pacientes aprecia la labor de médicos, farmacéuticos y enfermeros, pero los niveles de decisión suelen encontrarse entre la población sana y sin experiencia directa de los servicios sanitarios. Muy por contrario, a ese segmento sano de la población lo que suele llegarle a través de los medios de comunicación son noticias negativas de la sanidad (errores médicos, dificultades financieras, pandemias de corte mediático…).

Pocas veces el trabajo y el esfuerzo de los sanitarios en el día a día llegan al gran público, por la sencilla razón de que esas informaciones, cuando se producen, circulan por medios especializados profesionales como EG en el que ahora nos encontramos. Existen, además, otros condicionantes negativos. Según un estudio sobre la lectura en España de la Fundación de Cajas de Ahorro, el 29 por ciento de los españoles no lee ni libros ni periódicos ni revistas. Los españoles que leen con más frecuencia no superan el 51 por ciento, mientras que el otro 20 por ciento lo hace muy raramente.

En el polo opuesto, utilizando ahora el Estudio General de Medios, el 89,2 por ciento de los españoles mayores de 14 años ve la televisión una media de 220 minutos al día. Por otra parte, al contrario de lo que ocurre en otros medios, esta audiencia no presenta diferencias significativas ni por sexo ni por edad ni por estatus social ni por lugar de residencia. La conclusión es clara: el único medio con capacidad de penetración real entre la población es la televisión, y de ahí puede deducirse que es el camino adecuado para que la sociedad en su conjunto conozca y aprecie a los profesionales sanitarios.