| viernes, 08 de abril de 2011 h |

Pablo Martínez, periodista e historiador

Cuando en el cielo aparecen negros nubarrones no podemos asegurar que se vaya a producir una tormenta. Ahora bien, si conocemos que esos nubarrones están acompañados de una fuerte bajada de la presión atmosférica y percibimos que el ambiente se está enfriando, será aconsejable que tomemos precauciones y nos preparemos para defendernos del temporal. Algo similar ocurre en el sector farmacéutico con los borradores (están circulando varios) del proyecto de Ley de Servicios Profesionales.

La futura norma es una consecuencia directa de la directiva de la UE sobre servicios que en España, bajo el paraguas de la Ley Ómnibus, supondrá la modificación de la actual Ley de Colegios Profesionales. El objetivo del Gobierno es liberalizar al máximo los servicios, eliminando barreras para introducir una mayor competitividad y una bajada de precios. En el ámbito sanitario restringe la colegiación obligatoria para médicos y enfermeros. En los ingenieros habilita a cualquier ingeniero, superior o técnico, para firmar cualquier clase de proyecto de cualquier rama de la ingeniería. En la farmacia, según los textos oficiosos conocidos, valida la colegiación en una provincia para ejercer en todo el territorio nacional, y se refiere a una libre prestación de servicios, que podría interpretarse como una estocada de muerte a la farmacia planificada como parte del SNS, por la que tanto se luchó frente a las arremetidas que en su día emprendió Charlie McCreevy, comisario europeo de Mercado Interior entre 2004 y 2009.

La principal impulsora del proyecto de Ley de Servicios Profesionales es la vicepresidenta y ministra de Economía, Elena Salgado. Su paso por el Ministerio de Sanidad le proporcionó un profundo conocimiento del sector y podría especularse que quizá también alguna animadversión. Cuando en mayo del año pasado, por imposición de la CE y del Banco Central Europeo, planteó los recortes generales contenidos en el Real Decreto-ley 8/2010, unos de los zarpazos más certeros y de efectos más inmediatos fue la bajada de un 7,5 por ciento de los medicamentos no afectados por precios de referencia. Atentos a sus próximos movimientos.