| viernes, 27 de agosto de 2010 h |

Pablo Martínez, periodista e historiador

Desde la pasada semana las 20.000 boticas mexicanas sólo dispensan antibióticos previa presentación de receta, que deberán conservar y registrar en un libro. El Gobierno amenazó con severas sanciones. México fue en 2009 el epicentro de la pandemia de gripe A/H1N1 que allí afectó a 72.000 personas, de las que fallecieron 1.289. La mayor parte de las muertes se debió a neumonías que no respondieron al tratamiento con antibióticos por las resistencias generadas. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios fijó el 25 de agosto como límite de venta de antibióticos sin receta.

Los mexicanos son muy dados a la automedicación y la demanda de antibióticos sin receta representa el 20 por ciento de la comercialización de cada farmacia, según la Asociación Nacional de Farmacias (Anafarmex). Su presidente, Pascual Feria, justificó las medidas de las autoridades sanitarias y comprometió la colaboración de los farmacéuticos. Existen dificultades. El sistema sanitario público es complicado y deficiente. Obtener una receta lleva mucho tiempo, y será más fácil conseguirla de un médico privado que cobra entre 100 y 300 pesos por consulta. Cien pesos son 6,1 euros y el salario medio es de 55 pesos/día.

Este escenario es el propicio, es una metáfora, para los seguidores de la ‘Muerte Santa’. Es decir, para los delincuentes de venta ilegal fuera del canal farmacéutico, falsificación de recetas… Es un culto sincrético con elementos precolombinos y católicos que adora a un esqueleto vestido con un traje de novia. A ella, dicen, se encomiendan los narcos y en general los delincuentes para pedir éxito en sus fechorías. La opción para las farmacias la ha sugerido un informe de la consultora Deloitte. Lo que les proponen es que haya en cada farmacia un médico que, sufragado por ésta, pase consulta gratuita y extienda las recetas. Una alternativa válida para las grandes farmacias y las cadenas de franquicias, pero inasequible para medianas y pequeñas, la mayoría.