Pablo Martínez
Periodista e historiador
Durante el pasado mes de febrero hemos celebrado el segundo centenario del nacimiento de Charles Darwin (1809-1882) y el 150º aniversario de la publicación de El origen de las especies (1859). La comunidad científica ha rendido un homenaje global al padre de la Teoría de Evolución, sin que haya llegado a superarse la polémica suscitada por los partidarios de la Teoría Creacio-
nista.
Llama la atención, sin embargo, la globalidad de la celebración de este segundo centenario con relación a la celebración del primero, en 1909, mucho más pobre, incluso en Londres, y que en España estuvo circunscrito a un homenaje de notables en la Universidad de Valencia. Entre aquellos notables se encontraba la flor y la nata de la intelectualidad y la ciencia española, entre ellos Miguel de Unamuno, Peregrín Casanova Ciurana, Vicente Peset y José Rodríguez Carracido, que junto a una pléyade entusiasta publicaron una monografía de homenaje en Tribuna Médica, órgano de la Academia Médico-Escolar del Instituto Médico Valenciano. Carracido (1856-1928) era el farmacéutico de este grupo y aunque el título le gustaba, puesto que consideraba a la profesión farmacéutica como pionera del movimiento científico experimental, no puede obviarse que era, además de catedrático y decano de la Facultad de Farmacia de Madrid, licenciado en Derecho, académico de las Academias de la Lengua, de Ciencias y de Medicina.
La biografía de Carracido está perfectamente estructurada en la tesis doctoral de Angustias Sánchez-Moscoso, leída en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense en 1968. Según nos explica esta autora, Carracido era evolucionista desde 1872, año en que asistió a las clases de Augusto González de Linares, catedrático de Historia Natural en la Facultad de Farmacia de Santiago y primer darwinista de nuestro país. En su aportación a Tribuna Médica Carracido califica al Origen de las especies como el “libro más trascendental y revolucionario que en el siglo XIX se ha publicado”.
