Si el precio de los biosimilares fuese un 40 por ciento más barato que sus biológicos de referencia, estos proporcionarían un ahorro total de 98.000 millones de euros hasta 2020, según el último informe sobre este mercado publicado por la consultora IMS Health, que tiene en cuenta el mercado estadounidense y los cinco mercados europeos más importantes -Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España-.
Del mismo modo que si el descuento en el precio fuese de un 30 por ciento, el ahorro se reduciría a 74.000 millones de euros con un descuento del 30 por ciento y bajaría hasta los 49.000 millones de euros con un precio un 20 por ciento más barato que el biológico de referencia.
Tal y como apunta el informe publicado por la consultora especializada en salud, al rededor de 80 nuevos fármacos biológicos fueron lanzados al mercado durante la pasada década para diferentes áreas terapéuticas. En 2002 el mercado de biológicos a nivel global alcanzó los 46.000 millones de dólares y se espera que para 2020 este supere los 390.000 millones de dólares, lo que muestra, apunta la consultora, el potencial de este sector. Estos medicamentos, dicen, incrementarán el valor del mercado farmacéutico global por encima del 28 por ciento lo que representa un reto para los pagadores de los sistemas sanitarios mundiales.
En este contexto la llegada de los biosimilares al mercado abre grandes posibilidades tanto para administraciones como para pacientes o profesionales, ofreciendo mejoras en el acceso a fármacos seguros y eficaces, como apunta IMS Health. Precisamente este año se cumple una década de la aprobación del primer biosmilar, la hormona de crecimiento Omnitrope de Sandoz, que recibió la aprobación por parte de la Comisión Europea en 2006.
El potencial del desarrollo de biosimilares llama cada vez más la atención de los inversores, según la consultora, muchos preocupados por el impacto que puede tener en empresas como Roche y Abbvie. Por otra parte, considera que se presenta una oportunidad para que un grupo emergente de especialistas en biosimilares, como Celltrion de Corea del Sur y grandes fabricantes de medicamentos genéricos con la biotecnologíacomo ‘know-how’, como Sandoz.
Medidas de impulso
No obstante, para aprovechar esta oportunidad, el informe apunta a la necesidad de que los pagadores apoyen medidas que impulsen la entrada de los biosimilares a los mercados, como puede ser una mayor información dirigida a profesionales y pacientes sobre estos fármacos.
El tamaño actual del mercado de los productos biológicos que pierden la patente hasta 2020 es muy significativo, tal y como muestra el informe de la consultora internacional. El valor hasta septiembre de 2015 de los ocho biológicos más vendidos en EE.UU. y en los cinco principales mercados de la UE supera los 42.000 millones de euros.
La oferta de biosimilares que se presenta para los próximos años es numerosa. De hecho, según apunta IMS, a finales de 2015, había 41 medicamentos biosimilares en diferentes fases de desarrollo para cuatro productos de referencia (Remicade, Enbrel, Humira y Mabthera). Además, dice, varias versiones de RoActemra, Simponi y Orencia están en fases de desarrollo ya.
Por último, IMS Health asegura en su publicación que en el periodo comprendido entre 2016 y 2020 se espera que lleguen al mercado 225 nuevos principios activos, sobre todo, dice, en áreas muy especializadas, lo que supondrá un gran reto para los sistemas sanitarios nacionales, que tendrán que afrontar un gran reto a nivel presupuestario. Además, tal y como apunta el informe, de esas 225 nuevas sustancias, alrededor del 30 por ciento serán fármacos biológicos. Esto sigue la tendencia iniciada en 1996. Desde ese año y hasta la actualidad, el 27 por ciento de todas las nuevos principios activos lanzados al mercado eran biológicos.