Sara Serrano

Presidenta de la FEEF

Irene Fernández Madrid | 2011-10-28T19:00:00+02:00 h |

El Encuentro Nacional de Estudiantes de Farmacia, Interfarma 2011, celebrado en Santiago de Compostela entre el 21 y 23 de octubre, supuso un alzamiento del colectivo sobre la actual situación del sector. Sara Serrano, presidenta de la Federación Española de Estudiantes de Farmacia (FEEF) y de la Asociación de los de la Universidad de Santiago de Compostela, se muestra crítica al afirmar que el boticario está poco reconocido y que el Estado, así, pierde dinero en formarle.

Pregunta. ¿En qué se traducen los decretos e impagos en las salidas profesionales?

Respuesta. En la seria dificultad de encontrar empleo en la oficina de farmacia, y no hablo ya de titulares, sino de adjuntos.

P. En Galicia hay polémica por una orden que permite a los auxiliares dispensar por e-receta.

P. ¿Cómo repercute esto para los estudiantes gallegos?

R. Los estudiantes se van a encontrar con el panorama laboral difícil. Y la farmacia gallega hizo un esfuerzo en recursos humanos muy grande. De hecho, el mejor ratio de España de farmacéuticos por farmacia se encuentra en Galicia.

P. ¿Y de cara a la implantación completa de la e-receta para 2013?

R. Pensábamos que el modelo gallego era el modelo a imitar. Ahora lo que estamos haciendo así es dar un paso atrás. Además, hemos denunciado el modelo andaluz, ya no solo porque afecte a farmacéuticos, sino porque afecta a ciudadanos y pacientes, que somos todos.

P. ¿Qué ocurriría si se produjesen errores en la dispensación?

R. En Andalucía si hay un error lo comete la farmacia, no el individuo. Y quien debe responder sobre la irresponsabilidad civil o penal que cometa es la persona.

P. ¿Y qué hay de las salidas de los farmacéuticos hospitalarios?

R. El farmacéutico de hospital está desaprovechado. Los puestos de trabajo son mínimos, cada vez son menos. El 90 por ciento se dedica a hacer las monodosis. No hay interés en el posible auxilio dentro de la clínica que puede hacer un farmacéutico en un equipo multidisciplinar sobre tratamientos y protocolos. De hecho, hay hospitales en los que la propia formulación ya no la hace un farmacéutico, sino un enfermero. Si estuviera bien orientada su profesión el sistema ahorraría mucho.

P. ¿Ha descendido el número de estudiantes en el grado?

R. No, todavía no. Pero lo que sí se ve, también con la licenciatura, es que la tasa del abandono de los estudios en Farmacia es muy alta. A los cinco años ha abandonado casi el 50 por ciento y, en Santiago, solamente el 15 de los que comienza acaba al cabo de cinco años.

P. ¿Y qué opina sobre reconocer la especialidad en Primaria?

R. Ahora su papel es clave. Vimos en el encuentro un ejemplo práctico con un paciente con el que, gracias a la intervención del farmacéutico de AP, se ahorraron más de 6.000 euros en un año. Hay que reconocer las competencias de cada profesional y debería haber uno por cada tres médicos.