La presencia en la lista de sustancias dopantes de fármacos de uso común, incluso publicitarios, obliga a desterrar todo tipo de automedicación

En el caso de necesitar, por cuestiones de salud, un tratamiento considerado ‘dopping’, se debe pedir una excepción de uso terapéutico

| 2010-10-08T16:03:00+02:00 h |

a.c.

Madrid

El daño que le puede hacer a Alberto Contador, tres veces ganador del Tour de Francia, que se le haya encontrado en un control antidopaje ínfimos restos de un principio activo común como el clembuterol (un simple descongestionante o broncodilatador) confirma la cara negativa que puede tener la relación entre medicamentos y deporte. Y es que, lo que para un ciudadano de a pie es un fármaco de habitual uso en su patología asmática, para un deportista de élite puede significar su ruina profesional, sea cual sea la causa de su presencia en el organismo (por consumo directo o por intoxicación alimentaria, como defiende el propio Contador).

Los profesionales médicos que tienen bajo su supervisión a deportistas de élite repiten el mismo mensaje: “A la hora de consumir fármacos hay que pensar como profesionales y desterrar cualquier tipo de automedicación”. El endurecimiento de la lista de sustancias dopantes, en la que incluso aparecen fármacos de libre acceso, como cremas antiinflamatorias, “obliga a extremar las precauciones”, tal y como precisan desde los servicios médicos del Real Madrid.

Esta especial alerta para evitar sanciones lleva aparejada un permanente proceso de información a estos profesionales. En este sentido, los propios futbolistas del Real Madrid “tienen prohibido tomar cualquier fármaco por su cuenta, aunque sea para tratar un resfriado o mitigar el dolor”, indica Carlos Díez, jefe de sus servicios médicos. Una prohibición de autoconsumo sin conocimiento facultativo que “también abarca a los complementos dietéticos, los cuales también pueden dar positivo”. Para evitar problemas, por ejemplo, cada inicio de temporada los futbolistas reciben charlas informativas sobre ello.

No obstante, el hecho de figurar en la lista de sustancias dopantes no implica que un deportista no pueda consumir en ninguna situación ese medicamento. Por ejemplo, si hay una razón sanitaria justificada, como es el caso de los deportistas que padecen asma, se puede pedir una autorización especial (excepción de uso terapéutico) para usar broncodilatadores con clembuterol, el principio activo que ahora pone en la cuerda floja el éxito de Contador.