f. r. Madrid | viernes, 16 de marzo de 2012 h |

Las condiciones ambientales provocan que enfermedades como el asma ganen terreno entre la sociedad. Así lo indica un informe publicado recientemente por la patronal americana de la industria del medicamento, PhRMA, en el que se hace referencia, además, a los esfuerzos que hacen las compañías farmacéuticas en investigación para desarrollar medicamentos que sirvan para hacer frente a esta patología.

Según este documento, solo en Estados Unidos existen más de 24 millones de afectados por esta patología, cuya prevalencia se ha incrementado en la última década en torno al 12 por ciento. El impacto estimado sobre las arcas del sistema sanitario norteamericano es de unos 4.200 millones de euros anuales.

En total, según la información recogida por la patronal estadounidense, el pipeline en asma está compuesto por 74 moléculas, aunque dos de ellas se estudian para una doble indicación. Se da el caso, además, de que ese segundo estudio es llevado a cabo por una segunda compañía, por lo que los cálculos realizados por EG sitúan ese total en los 76 compuestos.

Entre los datos más significativos destaca también el hecho de que es la farmacéutica británica GSK la que ha hecho una apuesta más decidida por las terapias contra el asma, con un total de 14 principios en fase clínica, nueve de los cuales se encuentran en fase II, dos en fase I y tres en fase III. A este respecto, cabe señalar que en los datos sobre EPOC que presentó la PhRMA hace escasas semanas era también la firma con sede en Londres la que se llevaba la palma, con diez moléculas, lo que constata que ha puesto el ojo en las enfermedades que afectan al aparato respiratorio.

Presencia española

Algo similar, aunque con una dimensión más reducida, es lo que ha hecho la farmacéutica española Almirall, que tiene una molécula en fase II que podría convertirse en nuevo tratamiento para el asma, y cuyos estudios se desarrollan en colaboración con el laboratorio estadounidense Forest, con el que también está trabajando en el área de EPOC.

En cuanto al resto de compañías farmacéuticas, cabe destacar las seis moléculas en fase clínica que tienen laboratorios como Boehringer Ingelheim, Merck o Novartis, o las cuatro que desarrollan Janssen, Amgen y AstraZeneca. Resalta que esta última se aprovecha, en este caso, de su colaboración con su filial MediInmune, que también desarrolla algunos compuestos para el tratamiento de la EPOC.