Expertos alergólogos mantienen que el 15% de los pacientes es susceptible de sufrir los efectos adversos

Los analgésicos son los principales protagonistas de las reacciones alérgicas que se producen entre la población

| 2009-10-30T16:33:00+01:00 h |

redacción

Logroño

La mayoría de los efectos adversos provocados por los medicamentos que pueden afectar a un paciente vienen, generalmente, motivados por un abuso en la ingesta del fármaco o debido a la automedicación, cuando el producto usado no es el indicado para el tratamiento de esa enfermedad o para esa persona. Así lo pusieron de manifiesto los expertos que participaron en el Simposio Internacional de Alergia a Medicamentos, celebrado en Logroño del 22 al 24 de octubre.

Durante este encuentro, al que acudieron más de 800 especialistas en alergología y en el también se contó con la presencia de profesionales del ámbito farmacéutico, se hizo referencia al porcentaje de pacientes que son susceptibles de sufrir algún tipo de reacción adversa a los medicamentos: el 15 por ciento. En este sentido, según los expertos, de todos estos posibles efectos adversos tan sólo el 7 por ciento se constituyen en alergias. Además, son los analgésicos, con o sin receta, los principales protagonistas de estas reacciones alérgicas, sobre las cuales se ha observado un incremento en los últimos años.

Para evitar este tipo de complicaciones, el alergólogo del Hospital Arquitecto Marcide en Ferrol, Joaquín Martín, aconsejó tomar sólo los medicamentos “estrictamente necesarios, según las indicaciones del médico en cuanto a vía de administración, dosis, intervalo y duración del tratamiento”. Asimismo, advirtió que tomar antibióticos para combatir una infección de tipo vírico no suele aportar una mejoría al paciente, ya que, además, puede ocasionar una reacción alérgica al medicamento si se administra de manera recurrente o durante un largo periodo de tiempo.

En lo que al empleo de fármacos se refiere, se observa una vez más que la automedicación puede convertirse en un problema, pues el desconocimiento de la acción para la que está indicado el medicamento o los efectos adversos que puede tener un determinado producto podrían desembocar en una reacción preocupante o un proceso alérgico. A este respecto, Martín mencionó los efectos adversos más habituales en los fármacos: “Desde irritación o efectos secundarios leves, tales como náuseas y vómitos, hasta una anafilaxia potencialmente mortal”.

Sin embargo, y a pesar del incremento que se observan de las reacciones alérgicas derivadas de un uso indebido o abusivo de los medicamentos, este experto afirmó que “si se piensa en la cantidad de medicamentos que se consumen diariamente en el mundo, la incidencia de reacciones adversas es pequeña y, de ellas, sólo una pequeña parte son verdaderamente alérgicas”.

En el caso de los medicamentos sin receta, el farmacéutico desempeña un papel todavía más importante, pues ha de tener en cuenta los síntomas del paciente que acude a la farmacia para aconsejarle un producto y una dosis determinada.