Un estudio llevado a cabo por la FIP y Pfizer precisa que los boticarios son partidarios de ampliar servicios

Sin embargo, la mayor parte de los encuestados, el 73%, afirma que no se recompensan de manera adecuada

| 2010-09-03T16:36:00+02:00 h |

REDACCIÓN

Lisboa

El papel sanitario del farmacéutico es cada día más relevante y cobra un mayor protagonismo para los pacientes, que acuden cada vez con más asiduidad a este profesional para pedir consejo. Este hecho se ha reflejado en un estudio internacional llevado a cabo por la Federación Farmacéutica Internacional (FIP) y la multinacional farmacéutica estadounidense Pfizer, en el que el 90 por ciento de los farmacéuticos de todo el mundo que participaron en el mismo se consideró pieza clave para mejorar la salud de los pacientes que acuden a sus locales.

A este respecto, nueve de cada diez farmacéuticos encuestados se mostraron de acuerdo con la necesidad de ampliar sus servicios de asesoramiento e información al paciente. Eso sí, a pesar de que la cartera de servicios de los farmacéuticos en todo el mundo ha crecido de manera considerable en los últimos años, el 73 por ciento de los boticarios encuestados consideró estos últimos servicios añadidos que ofrecen no tienen una recompensa económica adecuada. Eso sí, el beneficio económico no parece ser la motivación principal para ejercer la profesión, ya que el 59 por ciento reconoció que ofrecía consejo sin la necesidad de que se realizase compra.

Sobre este aspecto, Ton Hoek, consejero delegado de la FIP, manifestó que “las funciones de los farmacéuticos están cambiando, y nos encontramos cada vez con más farmacéuticos que trabajan con pacientes y otros profesionales sanitarios para prevenir y tratar las enfermedades”. A este respecto, cabe destacar que el 73 por ciento de los farmacéuticos encuestados precisó que ya proporcionaban a los pacientes servicios añadidos de promoción de la salud, así como servicios de gestión.

Para Hoek, los datos obtenidos a través de este estudio revelan que los farmacéuticos “dan la bienvenida a esta ampliación de funciones y ponen de manifiesto que es lo que a la mayor parte de ellos les gusta hacer: ayudar a obtener mejores resultados en los pacientes”. Eso sí, el consejero delegado de la FIP también puso el dedo en la llaga al precisar que esta ampliación de funciones no ha llevado consigo un aumento en la retribución. “Debemos superar esa brecha en los ingresos para evitar la presión sobre los farmacéuticos y para que en el futuro podamos seguir atrayendo a los mejores y más brillantes a la profesión”.

Contra la falsificación

Por otro lado, el estudio, llevado a cabo entre más de 2.000 farmacéuticos en Australia, Francia, Alemania, Italia, Portugal, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos, incidió en otros aspectos como la visión sobre la salud en sus respectivos países (el 43 por ciento consideró que se había deteriorado en los últimos años), sobre el desempeño de su trabajo (más de la mitad afirmó trabajar “peor” que hace cinco años) y acerca de las falsificaciones de medicamentos.

Sobre este aspecto, los farmacéuticos que participaron en el estudio consideraron mayoritariamente (el 61 por ciento) que la falsificación de medicamentos era un problema grave en su país. A este respecto, el 63 por ciento de los farmacéuticos encuestados estimó que las políticas y tecnologías puestas en marcha por sus respectivos países para luchar contra esa práctica “no son suficientes”. Por ello, el 77 por ciento apostó por llevara a cabo una trazabilidad del medicamento a través de códigos de barras en los envases.