Sanidad y las autonomías intentarán acelerar al máximo la puesta en marcha del nuevo SRP. Si se publica en julio o agosto las compañías deberán bajar sus precios durante las vacaciones
| 2010-07-09T16:40:00+02:00 h |

Ya sabemos todos que la situación económica es dramática. También sabemos todos que el nuevo Sistema de Precios de Referencia es una de las medidas de ahorro más importantes que existen. Pero lo que no conoce nadie, supuestamente ni el Ministerio de Sanidad, es la fecha en la que entrará en vigor. Sólo se sabe que Sanidad y las comunidades autónomas están pisando a fondo el acelerador para que sea efectivo “cuanto antes”.

Eso significa que podría ser publicado en el BOE a finales de julio para permitir su entrada en vigor el 1 de noviembre. Otra posibilidad es que se publique a lo largo de agosto, con lo que entraría el 1 de diciembre o, lo más lógico para respetar los plazos y dar seguridad jurídica al sector, esperar a septiembre para que su vigencia en la farmacia se produzca con la llegada del nuevo año.

En cualquiera de los casos, a las compañías farmacéuticas afectadas por el SPR (una gran mayoría) se les han chafado los planes de vacaciones. Y todo porque el Ministerio de Sanidad no ha establecido claramente en la el proyecto de Orden de Precios de Referencia los plazos y fechas de puesta en marcha del sistema.

Y el tema vacacional, lógicamente no es lo importante. Lo grave es que el sector no puede estar viviendo en la continua incertidumbre de no saber a qué atenerse, no ya a un año vista, sino, ni siquiera a 20 días vista. La falta de previsibilidad, la falta de información a la que se condena a este sector y los continuos cambios legislativos con implicaciones económicas son los peores enemigos que puede tener cualquier sector. No es lógico que, a mediados de julio, una compañía, una distribuidora, una farmacia, no sepa si esta bajada de los precios de los medicamentos, la cuarta del año, va a tener lugar en noviembre, diciembre o enero.

Pero este nuevo SPR, generaliza la incertidumbre durante toda su vigencia ya que obligará a continuos cambios de precios al establecer la actualización mensual de los precios menores. Con ellos, las farmacias se encontrarán con el desconocimiento añadido de no saber a qué precio se le va a pagar cada uno de los medicamentos que dispensen. Una lamentable situación que sólo se podía dar en la sanidad y en nuestro país.