Quien esperara medidas valientes, tendrá que seguir esperando. Quien confiaba en medidas estructurales, tendrá que seguir confiando. El Consejo Interterritorial ha vuelto a deparar sorpresas, sí, pero las mismas de siempre… Promesas de financiación sin garantía ninguna; promesas de eficiencia que quedan muy bien en los titulares de prensa y promesas de ahorro, esas sí, que vuelven a cargar sus tintas contra el sector farmacéutico.
Hasta la semana pasada, el farmacéutico era el único sector español que había asumido dos fuertes recortes para contribuir a la sostenibilidad de las cuentas públicas. Gracias al último Interterritorial, sigue la escalada. A ver qué sector es capaz de cogerle ahora que acumula tres recortes, tres decretazos, en un año.
Vistas las medidas acordadas, cabe preguntarse si lo que la ministra y los consejeros entienden por sostenibilidad se limita única y exclusivamente a la sostenibilidad de las arcas públicas. Desde luego, el último Interterritorial no tuvo para nada en cuenta la sostenibildad de las farmacias. Tampoco la de las compañías farmacéuticas, a las que los dueños de la tijera les deben 5.400 millones de euros.
Y por cierto, de si las medidas van a suponer un impacto en la inversión en I+D de la industria farmacéutica innovadora, tampoco se dijo una sola palabra. Previsible, todo hay que decirlo, pero no por ello menos lamentable.
Curiosamente, el nuevo recorte se produce al término del primer semestre, es decir, justo cuando los recortes anuales que entraron en vigor en julio de 2010 estaban a punto de caducar y se preveían ligeros incrementos del gasto por receta.
Tiempo habrá para analizar consecuencias a largo plazo de este Interterritorial. La ministra no quiso oír hablar del tema y dijo que mencionarlo ahora es sacar los pies del texto, pero ¿hasta qué punto la PPA por ley sitúa a España en la antesala de una estrategia nacional de subastas? Todas las miradas se dirigen de nuevo a Andalucía. Sus ahorros darán una idea del tiempo que tarda la subasta en exportarse, igual que está empezando a ocurrir con el catálogo gallego.
