| viernes, 26 de julio de 2013 h |

El sector farmacéutico es probablemente uno de los que más ha contribuido en los últimos años a la reducción del déficit público. En tres ejercicios ha reducido su volumen de ventas en un 30 por ciento, lo que unido al crecimiento que ha dejado de registrar, según las estimaciones realizadas a partir de su evolución histórica, da como resultado un ahorro acumulado para el Sistema Nacional de Salud de casi 12.000 millones de euros.

Este ahorro para las arcas públicas ha salido muy especialmente de industria innovadora, distribución y farmacia. Las compañías de genéricos, durante los primeros años de crisis han visto como crecía su mercado por el impulso que las autonomías han hecho para el desarrollo de estos productos. Hasta ahora. En estos momentos, el crecimiento del mercado de genéricos está próximo a detenerse y está poniendo en una difícil situación a muchas de estas compañías, que ven como la reducción de los precios de venta y muy especialmente de la demanda provocada, por el copago, también les afecta enormemente. Un claro ejemplo es la situación que ha sufrido Pharmagenus, la filial de genéricos de Uriach, que tras el ERE anunciado hace unos días, desaparecerá.

No obstante, en términos relativos, la reducción del gasto en medicamentos esta próxima a su fin. Los datos correspondientes al presente mes de julio, que se conocerán en agosto, serán de crecimiento y, probablemente, bastante elevado tanto en las variables de coste medio por receta como en el número de prescripciones. Pero eso no debe alarmar a nadie ni provocar la necesidad de toma de ninguna medida de control urgente. Simplemente habrá desaparecido el efecto del copago, en su comparación interanual. Era algo totalmente normal y previsible. Es más, diríamos que incluso es necesario ya que las ventas de la cadena del medicamento llevan ya tres años en retroceso y ya es hora de dar un poco de aire a un sector clave para el desarrollo económico.

A partir de ahora, tras pasar los próximos dos o tres meses de reajuste, el crecimiento del gasto en medicamentos se irá moderando puesto que el efecto de concienciación de pacientes y profesionales se mantendrá durante mucho tiempo. Y eso, sí que es estructural, no como la bajada de precios.