| viernes, 10 de febrero de 2012 h |

No se trata de ese Uno, dos, tres, dirigido por Billy Wilder y protagonizado por James Cagney, un jefe de ventas de Coca-Cola en el Berlín de la Guerra Fría. Sin embargo, de ‘guerra fría’ se podría calificar la situación por la que atraviesa la patronal de la distribución, Fedifar, a raíz del proceso electoral abierto para sustituir a su presidente, Antonio Mingorance. Y es que, en vez de haber una candidatura de consenso que evitase hacer sangre y diese una imagen de unidad, han sido una, dos y tres.

Uno. El primero que se lanzó al ruedo fue Lluís Barenys, el presidente de Federació Farmacèutica, que dio el primer paso y afirmó buscar el máximo de apoyos, el consenso, de todas las asociaciones representadas en la asamblea de la patronal para presidir la misma. Un apoyo que parece que recabó entre las distribuidoras medianas y pequeñas pero que no lo obtuvo de las denominadas grandes.

Dos. Así es como surgió la candidatura del presidente de Hefame, Antonio Abril, que satisface las peticiones de los gigantes de la distribución en nuestro país, ya que, indican, supondría una alternancia que estaba insertada en el espíritu de los nuevos estatutos. La elección de Abril supondría que, por primera vez en 30 años, un representante de una gran distribuidora fuese el representante del sector. Un paso para, al igual que sucede, por ejemplo, en la patronal de la industria innovadora radicada en España, Farmaindustria, establecer un sistema de alternancias en la presidencia de Fedifar entre pequeñas, medianas y grandes distribuidoras.

Tres. Dos candidaturas de entre las que salió una tercera vía, la del presidente de Cofarta, Paulino Estrada, en representación de la asociación Edifa. Una candidatura sorpresa que ha irrumpido en esa ‘guerra fría’ y ha equilibrado las fuerzas más si cabe. Sin embargo, y a pesar de que la discrepancia y la variedad de opciones es sano, pensamos que la falta de consenso interno perjudica la posición de cara al exterior de un sector que es de vital importancia para mantener un sistema sanitario como el que tenemos. Por ello, esperamos que el señor MacNamara que se coloque al frente de la patronal sea capaz de aunar todas las sensibilidades.