La farmacia andaluza vivió la semana pasada su semana de pasión. Y no porque se celebrase la Semana Santa, una festividad de gran tradición y raigambre en esa comunidad autónoma, sino porque fue una semana en la que tuvo que rumiar la contrapropuesta que presentará al Servicio Andaluz de Salud (SAS) como respuesta al borrador del Plan de Estabilidad para la Farmacia que remitió este departamento dependiente de la Consejería de Salud que dirige María Jesús Montero. Una semana de pasión en la que la sombra de las subastas, ya no de moléculas sino hasta de subgrupos terapéuticos, sobrevoló la cabeza de unos farmacéuticos andaluces a los que se acorrala cada día más.
Que la farmacia andaluza se ha convertido en un banco de pruebas que estudian el resto de las comunidades autónomas, de cara a meter la tijera en el gasto farmacéutico, no es ningún secreto. Por eso hay que tener muy en cuenta eso que decía Martin Niemöller cuando recogía en uno de sus poemas eso de: “Primero vinieron por los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío…”. Por eso, es muy importante para los farmacéuticos la posición que adopte en este tema el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof), porque en caso de llegar a un mal arreglo seguro que tendrá repercusiones en todas las comunidades autónomas.
Y es que, la vuelta de tuerca que da el SAS, después de ofrecer algunos “caramelos” a los farmacéuticos, es de las de doble rosca. El hablar no ya de subastas de moléculas sino de subgrupos farmacoterapéuticos es un salto cualitativo y cuantitativo. Como también lo es el afirmar que ya no se profundizará en la salida de DH de las farmacias, con lo que se da por hecho, en contra de lo dialogado con los farmacéuticos, la salida definitiva de los que sacaron recientemente de las boticas.
El Cacof, lejos de las discrepancias internas que pueda tener, debe dar una respuesta rápida y firme. El SAS tiene prisa, los farmacéuticos no, el convenio actual tiene vigencia hasta 2012, por lo que estar condenados al acuerdo es una frase.