A pesar de que Sanidad empieza a mirar al exceso de demanda como el responsable de la subida del gasto, si hay que tomar medidas a corto plazo para frenarlo se actuará ante los precios y márgenes
| 2009-11-20T15:42:00+01:00 h |

Parece que algo está cambiando en Sanidad, ya que pone el dedo en la llaga de la demanda sanitaria y deja claro que algo funciona muy mal en el control del número de recetas. Así lo ha explicado el director general de Farmacia, Alfonso Jiménez Palacios, en una entrevista concedida a EG, al afirmar que “no tiene sentido” la situación actual en la que, manteniendo a cero el incremento del precio medio el número de recetas esté disparado.

No obstante, la coyuntura económica es para Jiménez un elemento que hace inadecuada, en estos momentos, la toma de medidas, como las modificaciones del copago o los tiques moderadores, que frenen la demanda de asistencia sanitaria. No se puede decir lo mismo de las medidas que puedan afectar al sector, ya que a pesar de que el propio director general espera “no tener que tomar medidas desestabilizadoras” para el sector, la verdad es que se trata de medidas política y técnicamente fáciles y rápidas de implantar y con resultados a muy corto plazo. No obstante, cabe destacar, tal y como ha confirmado el propio Jiménez, el importante contrapeso que ha supuesto el compromiso de Farmaindustria con el Gobierno. Un ofrecimiento que, muy probablemente, haya actuado a día de hoy y haya dejado en suspenso momentáneo estas actuaciones.

Y, aunque no se tomen medidas desestabilizadoras para el sector en su conjunto, lo que parece claro es que sí que se va a continuar con medidas que sólo incidan, controladamente, en compañías individuales. En este sentido, cabe destacar que se continuará con las revisiones de precio para dejarlos en el menor precio de Europa, aprovechando la trampilla legal de que la Ley de Garantías no establece ninguna guía para las revisiones de los precios de medicamentos, ya que sólo lo hace para sus fijaciones.

En cualquier caso, parece que las perspectivas del sector no son negras, todavía. Por un lado, a no ser que el gasto se dispare, no habrá ni bajada de márgenes ni rebajas lineales. Por otro, el control de la demanda empieza a ser un asunto a considerar seriamente. Un control que sí que será clave para el futuro del sistema, aunque haya que pasar la crisis y unas cuantas elecciones para que se actúe en este ámbito.