Ha sido, sin duda, la cara sanitaria de los diferentes gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero. Ha sido secretario general de Sanidad, con cuatro ministros diferentes, a lo largo de los últimos seis años. Una labor en la que su experiencia y conocimientos técnicos han sido claves para subsanar las excesivas carencias de gran parte de los ministros de los últimos años. Unos ministros que llegaban a Sanidad con un perfil demasiado político para esta cartera.
Nos referimos, como habrán podido adivinar, a José Martínez Olmos, que el pasado viernes cesó como secretario general de Sanidad para dar un paso más, o más bien salto, a la política nacional al presentarse como cabeza de lista del PSOE por la circunscripción de Granada. Un salto que, no es más que volver a la política, de la que tampoco ha salido nunca.
Con Martínez Olmos se podrá estar de acuerdo o no. Se podrá discrepar de sus ideas o coincidir plenamente. Pero lo que está claro es que se trata de una persona dialogante y accesible. Solo así se explica que, a pesar de formar parte y ser el ideólogo de muchas de las medidas de ajuste que han llevado al sector a estar al borde de la ruina, su labor sea reconocida por la gran mayoría de los profesionales y proveedores, sabedores de que el momento que ha tocado jugar ha sido y es muy delicado. Igualmente, ha sabido manejar perfectamente sus relaciones con los medios facilitando su labor y siendo siempre muy didáctico en sus explicaciones.
Martínez Olmos se va, pero se queda. Como él mismo ha asegurado, espera tener responsabilidades en el ámbito sanitario, aunque sea desde su escaño en el Congreso de los Diputados. Un lugar en el que sin duda propiciará debates de altura con sus adversarios políticos. Debates como el que tendrá lugar el próximo jueves, 20 de octubre, junto a Manuel Cervera, candidato del PP por Castellón, en Business TV, otro gran orador. Este debate supondrá el pistoletazo de salida de la carrera que finalizará con las elecciones generales del próximo 20-N.
Con todo, de lo que no cabe duda es que la política y el debate en las Cortes ganarán muchos enteros con la presencia de pesos pesados de la Sanidad. Y el SNS, seguro que lo también se beneficiará de ello.
