Pajín y Farjas se han hecho la foto y tanto la una como la otra la rentabilizarán de algún modo y la usarán como arma arrojadiza cuando el catálogo salte por los aires o se muera en el Constitucional
| 2011-02-25T17:30:00+01:00 h |

No hay nada que rascar. Con el catálogo a punto de entrar en el pleno del Tribunal Constitucional, a Pilar Farjas y a su equipo no les queda otra que recular y dar marcha atrás de alguna manera. La consejera lo sabe. Leire Pajín lo sabe. Todos los sabían mientras la semana pasada se hacían la foto y la titulaban: ‘en busca de una solución dialogada al conflicto’. No hay solución dialogada posible. Hablando en plata, sólo queda una bajada de pantalones, sí o sí. No valen medias tintas a la hora de retocar una herramienta que no ahorra, ni es legal, ni justa.

El catálogo no ahorra, porque en diciembre incluía 1.883 medicamentos y excluía 426, el 22,62 por ciento. Pero en febrero ya eran 2031 los incluidos y 170 los excluidos, un 8,37 por ciento. A este ritmo, para cuando los precios de referencia entren en vigor, la capacidad de ahorro del catálogo estará prácticamente agotada, por muchas cifras que Farjas se empeñe en presentar. Además, es ilegal, porque basa esta supuesta rentabilidad en los medicamentos autorizados a bajar gradualmente su precio (y una autorización no equivale ni equivaldrá nunca a su exclusión) y en aquellos cuyo precio menor es más bajo que el precio de referencia.

Y por último, es profundamente injusto porque da lugar a situaciones dantescas, como excluir a un medicamento por un céntimo de diferencia. ¿Con qué cara puede un consejero justificar ante los ciudadanos que la expulsión de este medicamento supone un ahorro al SNS y es un ejercicio de responsabilidad? ¿Qué capacidad de ahorro aporta un céntimo?

Se han hecho la foto, y tanto unos como otros la rentabilizarán de algún modo y la usarán como arma arrojadiza cuando el catálogo salte por los aires o se muera en el Tribunal Constitucional. El PP, que curiosamente esgrime la defensa de la equidad para oponerse a la subasta de Andalucía pero no se preocupa de romperla en Galicia, acusará a Pajín de haber roto su promesa de buscar una solución dialogada. El ministerio se escudará en que Galicia quería reunirse y se reunió. Misión cumplida. Y lo hizo. Cierto. Con la partida ya ganada y la consejera contra las cuerdas.