El nuevo presidente de Farmaindustria, Jordi Ramentol, tendrá que

hacer frente a los dos peores años que haya vivido la industria farmacéutica en nuestro país

| 2010-10-29T16:40:00+02:00 h |

Es muy probable que los próximos dos años sean los más difíciles que la industria farmacéutica y todo el sector en general hayan tenido que afrontar en nuestro país. Va a ser un periodo de decrecimiento sin pausa, al menos hasta pasado el verano de 2011. Una caída que a día de hoy ya ha sobrepasado las previsiones más pesimistas realizadas tanto por el sector como por el propio Ministerio de Sanidad.

En estos momentos, con la factura de septiembre cerrada, el crecimiento del gasto de 2010 ya está en números rojos, con lo que al cierre de año muy probablemente superará la caída del 3 por ciento. Lamentablemente, 2011 no será mejor con la puesta en marcha del nuevo Sistema de Precios de Referencia.

En este escenario de dificultades, Jordi Ramentol, consejero delegado de Ferrer, ha sustituido a Jesús Acebillo al frente de Farmaindustria. No lo tendrá fácil el nuevo responsable de la patronal. Tiene ante sí diversos retos, algunos de los cuales nos permitimos recordarle. El primero de ellos será hacer realidad el Plan Sectorial de la industria farmacéutica. Un auténtico plan de rescate para un sector enviado a la ruina por la toma de decisiones precipitadas y sin sopesar sus dramáticas consecuencias.

Ramentol también debería trabajar para que lo sucedido en 2010 no merme aún más la imagen de España en el exterior. Este papel, que jugará conjuntamente con el resto de máximos responsables de las compañías presentes en nuestro país, es vital para que sigan llegando las inversiones por parte de las compañías farmacéuticas multinacionales.

Y de nuevo en el ámbito más doméstico, la Farmaindustria liderada por el gestor catalán tendrá que hacer frente a la multitud de iniciativas que las comunidades autónomas pondrán en marcha en los próximos tiempos con el objetivo de seguir bajando, aún más, la factura farmacéutica. Ante esas dificultades, Ramentol tendrá que desplegar todo su arsenal negociador, toda su imaginación y la del resto de miembros del Consejo de Gobierno de la patronal, para hacer que las previsiones más optimistas puedan ser sobrepasadas. Si consigue con el sector la décima parte de lo logrado con Ferrer, el éxito está garantizado.