El mercado de genéricos multiplicará su importancia en los próximos años

y, por ese motivo, son muchas las compañías innovadoras que tratan de entrar en él

| 2009-11-06T16:49:00+01:00 h |

Son muchos los informes que auguran un importante repunte del mercado de genéricos en los próximos años. Razones hay muchas, pero las principales son la necesidad de los sistemas sanitarios de reducir el gasto, la inminente pérdida de protección de productos blockbusters y la baja productividad de la I+D, que no es capaz de generar nuevos medicamentos más eficaces y capaces de reemplazar las ventas de los medicamentos que pierden patente.

Este incremento de ventas será de tal envergadura que, desde Sanofi-Aventis, su vicepresidenta para Europa y Canadá, Belén Garijo, habla de cifras próximas al 60 por ciento de cuota de mercado en 2020. Se trata, por tanto, de un escenario al que las compañías innovadoras no quieren faltar y, por ese motivo, muchas de ellas, las que no han avanzado en esta línea hasta el momento, están dando pasos de gigante para hacerse, en el menor tiempo posible, con un hueco en este goloso trozo del pastel. Mientras tanto, unos y otros, fabricantes de genéricos y compañías de marca, luchan por disponer en el menor tiempo posible de un terreno de juego favorable a sus legítimos intereses.

De este modo, los genéricos reclaman de la Administración un apoyo más enérgico. Un apoyo que va más allá de las palabras y se debería concretar con hechos. O más bien con fechas y euros, porque piden que las autorizaciones de comercialización para estos productos sean inmediatas en caso de que se ajusten a las reducciones de precio sobre el medicamento original que establece la Ley de Garantías.

Por otro lado, las compañías innovadoras reclaman que a sus productos de marca incluidos en los precios de referencia se les trate de la misma manera que a los productos genéricos, sin discriminaciones. Y en caso de haberlas, que sea en su favor, ya que son quienes fueron responsables de la investigación que dio lugar al medicamento.

Se trata de dos cuestiones de fácil solución técnica, aunque no política, a las que en poco espacio de tiempo deberían de dar respuesta las autoridades sanitarias. Todo ello dentro de ese equilibrio de ‘una de cal y otra de arena’ que frecuentemente se utiliza en el ámbito farmacéutico.