| viernes, 20 de abril de 2012 h |

Los farmacéuticos andaluces tienen nuevo presidente. Antonio Mingorance, ex presidente de la patronal de la distribución Fedifar y presidente de la cooperativa Hefagra, recibió el pasado 14 de abril el apoyo mayoritario de la asamblea del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cacof), 43 votos frente a los 14 de su oponente, la presidenta del COF de Almería, Pepita Ortega, para sustituir a Manuel Arenas. Mingorance, que hasta ahora era secretario de esta institución, analiza para EG los retos que se le plantean a corto y medio plazo a la farmacia andaluza.

Pregunta. De la presidencia de Fedifar a la del Cacof. Un nuevo reto para usted, ¿no?

Respuesta. Para mí es un honor presidir el Consejo Andaluz durante los próximos años, pero creo que el reto es para toda la farmacia andaluza. A nadie se le escapa que vivimos un momento crucial, para el sistema público de prestaciones farmacéuticas, y, en general, para el sistema público de salud, en el que van a producirse cambios. La farmacia debe hacer un esfuerzo por formar parte activa de esos cambios, liderándolos y participando en ellos, con iniciativa y anticipación.

P. ¿Acceder a la presidencia del Cacof en estos momentos es todavía más complicado porque el momento en el que nos encontramos no es nada fácil?

R. Digamos que la responsabilidad es grande, pero, tal vez por ello, también enormemente motivadora.

P. Un momento en el que, por ejemplo, está el asunto de las subastas. La consejería desestimó el recurso de alzada presentado por el Cacof, el recurso ante el Tribunal Constitucional ha suspendido las mismas de manera temporal… ¿Cómo acabará todo?

R. Sobre las subastas creo que ya se ha dicho todo lo que había que decir. Como usted bien dice, ahora es un asunto entre Administraciones y sobre el que parece que se pronunciarán, llegado el caso, los tribunales.

P. En este sentido, hay que recordar que el cataloguiño también fue suspendido y ahora el Gobierno piensa quitar el recurso.

R. Veremos lo que ocurre aquí, porque las circunstancias políticas en una comunidad autónoma y otra, como usted bien sabe, son muy diferentes. Me gustaría, insisto, que la política farmacéutica no entrara en litigio de competencias y que se desarrollase con el máximo consenso político y con los agentes interesados. Por todos los ciudadanos, y por las circunstancias que vivimos, deberíamos lograrlo y poner todos nuestro granito de arena para que sea así.

P. Sin embargo, está claro que en estos momentos, en Andalucía, es importante saber con qué interlocutores políticos hay que tratar.

R. Tenemos la lógica expectación de conocer cuáles serán nuestros interlocutores, aunque le digo, que sean los que sean, tanto si son ‘rostros conocidos’ como ‘caras nuevas’, iremos a dialogar con ellos con una actitud de clara defensa del modelo asistencial de farmacia y del papel profesional del farmacéutico, pero abierta y flexible, con diálogo, ánimo de consenso y espíritu de lealtad institucional.

P. Otro asunto preocupante: las dificultades económicas de muchas farmacias. A pesar de las medidas anunciadas por el Gobierno, como el Plan de Pago, el fantasma de los impagos sigue ahí, ¿no?

R. En Andalucía, gracias a que mantuvimos en todo momento abierta la línea de interlocución con la Junta de Andalucía, pese a las dificultades y desavenencias puntuales que pudiera haber en determinadas cuestiones, pudimos dar una solución satisfactoria. Esperamos que el Plan de Pago anunciado por el Gobierno se concrete y dé respuesta a las dificultades que surgieron el año pasado en otras comunidades autónomas y que tanto daño están haciendo a los compañeros.

P. Este es un tema muy sensible para toda la farmacia pero, especialmente, para la farmacia rural, muy importante en Andalucía, ¿verdad?

R. En general, afecta mucho a las farmacias más modestas. Tenga en cuenta que el farmacéutico adelanta el dinero de los medicamentos y si la administración no le responde en los plazos acordados en convenio, se encuentra en un grave aprieto financiero, que puede llegar a hacer su situación manifiestamente insostenible.

P. A este respecto, las subastas preveían que el 10 por ciento del ahorro que se generase iría a parar a las farmacias con viabilidad económica comprometida. De momento no será así. ¿Supone un gran problema?

R. Este 10 por ciento, como usted bien dice, estaba previsto en caso de que la subasta prosperara. De momento, la licitación de fármacos está paralizada.

P. Si se incide en los recortes-ajustes. ¿Tienen las farmacias más margen para soportar más recortes?

R. No, no tienen más margen. Incluso con los planteamientos actuales hay farmacias con verdaderos problemas de viabilidad. Creo que se ha ido un poco a lo fácil, quizás porque había urgencia y premura de tiempo, pero es necesario que las nuevas políticas exploren otras fórmulas más estructurales, y otorguen al mismo tiempo al farmacéutico una mayor autonomía, participación y respaldo legal en su intervención profesional como primer eslabón del sistema público de salud. Creo que el futuro de la farmacia y de los farmacéuticos debe ir por ahí. De profesionales especializados en la dispensación de medicamentos debemos pasar a profesionales expertos en salud y con servicios diversos ligados al seguimiento de la medicación y la mejora de la salud y la calidad de vida de nuestros pacientes. En ese rol del farmacéutico hay también importantes ahorros para el sistema.

P. Sobre todo en comunidades en las que ya se ha incidido en recortes autonómicos, ¿no?

R. No parece lo más razonable que se dupliquen las políticas de ajuste del Estado en algunas autonomías, por las diferencias injustas que crea entre las farmacias de las diferentes comunidades.

P. ¿Qué otras preocupaciones tendrá el nuevo presidente de los farmacéuticos andaluces?

P. Creo que debemos abordar definitivamente el futuro de la farmacia con un concepto más amplio, como espacio de salud y de servicios para mejorar la calidad de vida de sus pacientes. Necesitamos consolidar nuevos espacios de actuación profesional que complementen y refuercen nuestro imprescindible papel como profesionales encargados de la dispensación del medicamento.

P. Tienen formación para ello, ¿no?

R. Sí, tenemos la formación básica para asumir ese nuevo rol, y lo que necesitamos es complementarla con la formación especializada necesaria y regular y protocolizar esos servicios, de modo que puedan cumplir la doble función de apuntalar profesional y económicamente la oficina de farmacia en un contexto de duros ajustes y en la certeza de que los tiempos pasados, pasados son.

Pregunta. En las elecciones se impuso a Pepita Ortega. ¿Satisfecho por el apoyo recibido?

Respuesta. Estoy satisfecho por todos y por cada uno de los apoyos que recibí, y desde este momento trabajaré con orgullo y responsabilidad para toda la farmacia andaluza y para todos los colegiados. Es un momento para estar unidos, y desde la unión interna y el diálogo con nuestros interlocutores en las administraciones públicas, creo que podremos apuntalar las bases de futuro de nuestra farmacia, como en otros momentos históricos en los que la farmacia supo sobreponerse a todas las dificultades.

P. Es importante que el presidentes de Sevilla, Manuel Pérez, el de Cádiz, Felipe Trigo, el de Huelva, Francisco Peinado, el de Málaga, Javier Tudela, o el secretario del COF de Sevilla, Juan Pedro Vaquero, formen parte del comité ejecutivo de la institución, ¿no?

R. Indudablemente, y cuento con todos como pilares fundamentales para lograr esa unidad de acción a la que me refería, sin duda desde la legítima diversidad de planteamientos y criterios, pero todos convencidos de que, en nuestra proyección pública y en nuestra interlocución con las administraciones, una farmacia andaluza fuerte es una farmacia andaluza unida.

P. Por otro lado, en clave interna, ¿se tratará de renovar los estatutos de esta institución para adaptarlos mejor a la realidad actual?

R. En el ánimo del Consejo Andaluz siempre ha estado presente la adaptación de la institución a los tiempos actuales, pero también es cierto que en el contexto actual, con las dificultades que atraviesa la profesión, no es nuestra prioridad.