La Comunidad Valenciana pone en marcha muchas de las propuestas sugeridas por las asociaciones
| 2009-11-13T18:26:00+01:00 h |

Redacción

Madrid

La importancia del paciente dentro de la Comunidad Valenciana queda patente en que, de las siete líneas de acción del Plan de Excelencia de la Sanidad de esta comunidad, una de ellas, al completo, está dedicada exclusivamente a las organizaciones. Denominada “Asociaciones de enfermos, formación de pacientes y agentes sociales”, dicha línea contiene actividades destinadas a la ayuda, formación y toma de decisiones de este colectivo.

Para Pilar Ripoll, directora general de Calidad y Asistencia al Paciente de esta comunidad, “la relación fluida, directa y cercana que permite conocer de primera mano, proyectos, inquietudes y problemas de las organizaciones” es otra de las particularidades tiene la región en la relación con las asociaciones de pacientes. Una relación que, por otra parte, no duda en calificar como “muy buena”. Hasta el punto de ser escuchadas y puestas en marcha muchas de las iniciativas sugeridas por las propias asociaciones.

Estrecha colaboración

De hecho, y como prueba de esta colaboración estrecha entre Administración y organizaciones se han materializado ya diversas iniciativas, como por ejemplo la creación de una Unidad de Referencia de Enfermedades Raras y regulación del diagnóstico preimplantatorio, hecha a instancias de la Federación Española de Enfermedades Raras (Feder).

Otra propuesta llevada a la práctica, a petición de Asociación de Padres de Niños con Cáncer de la Comunidad Valenciana (Aspanion), ha sido la de proporcionar el menú al acompañante del niño ingresado en hospitales con Oncología infantil. O la elaboración de un Plan Estratégico de Fibromialgia con participación de varias asociaciones de pacientes afectadas (a instancias de diversas organizaciones de afectadas).

También el hecho de proporcionar una tarjeta de accesibilidad preferente al paciente afecto de enfermedad de Alzheimer y otras demencias, con el fin de minimizar los tiempos de espera en las consultas y de garantizar de esta forma el acompañamiento de los mismos.

A pesar de ello, son conscientes de que “estando inmersos en una cultura de mejora continua de la calidad, todo es mejorable”. Por ello trabajan en proyectos de futuro para darles aún más relevancia o participación, como el hecho de estimular la acreditación de las asociaciones como garantía de calidad. Además, este mismo año “incorporamos el indicador de participación del paciente en las encuestas de calidad percibida”, destaca Ripoll.

Asimismo, valora de forma positiva iniciativas como la Alianza General de Pacientes, que cuentan con el respaldo de organizaciones profesionales y de buena parte de la Administración pública y trabajan en esta línea. “Considero que es una buena iniciativa ya que pretende crear un espacio de corresponsabilidad y diálogo entre asociaciones de pacientes, administración y profesionales”, asegura. “En ella hay que procurar que esta atomización no quite voz a las organizaciones pequeñas”, manifiesta.

Vías de comunicación

En cuanto a las vías de comunicación que tiene la comunidad autónoma con las organizaciones de pacientes son varias. Así, por ejemplo, se encuentra la comunicación directa, bien a través de los teléfonos de la Dirección General de Calidad y Atención al Paciente y del correo electrónico, bien de la página web de la Consejería de Sanidad.

Otras vías de comunicación se establecen a través de reuniones directas con las organizaciones en la propia Dirección General de Calidad y Atención al Paciente con entrevistas con la directora general, en la sede de las organizaciones o asistiendo a los actos que organizan. También se pueden llevar a cabo al dar trámite a sus quejas, sugerencias y agradecimientos o recogiendo, a partir de los pacientes, la información procedente de las encuestas de satisfacción, la cual se incorpora a la productividad variable de los profesionales, con un indicador específico de participación del paciente.