Tanto sus socios como el COF de Madrid respaldan negociar un convenio propio si no fructifica esta nueva vía
| 2008-12-19T15:45:00+01:00 h |

alberto cornejo

Madrid

La patronal madrileña de oficinas de farmacia, Adefarma, maneja una lista de posibles actuaciones que intenten desbloquear la situación actual del 23er Convenio Colectivo con vistas a constituir una nueva Mesa Negociadora del mismo. Pese a que los socios de la patronal han dado unánimemente en su Asamblea el visto bueno a la negociación de un convenio propio para Madrid, la Junta Directiva prefiere esperar. “Queremos agotar primero cualquier vía de entendimiento o negociación”, señala su presidenta, Alexia Lario.

De esas vías, la que cobra más fuerza es la de solicitar al Instituto Laboral de Madrid que actúe como mediador entre Fenofar (en la que se integra Adefarma) y la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), una vez que los intentos propios de reunión no han fructificado hasta la fecha. Según Lario, la patronal madrileña “tiene el respaldo del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid para solicitar esta mediación” del instituto madrileño.

El Instituto Laboral de Madrid es un organismo dependiente de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM), de la que también forman parte los sindicatos firmantes del 23er Convenio, y el cual suele ser mediador habitual en conflictos de este tipo. “Esperamos que ese organismo pueda mediar y hacer realidad la reunión que venimos solicitando desde hace tiempo”, cree la presidenta.

La petición oficial a este organismo se realizará en los próximos días y, según Lario, “si con el paso de los meses no se ha conseguido el objetivo mediante esta vía, la posibilidad de negociar un convenio para Madrid, opción que cuenta con el beneplácito del Colegio de Madrid, pasaría a ser realidad”.

Otra opción también planteada en la Asamblea fue la de esperar a la sentencia del Tribunal Supremo sobre el recurso de FEFE contra la anulación a nivel nacional del 23er Convenio, pero quedó descartada por el elevado tiempo que suele tardar la resolución de tales recursos (en torno a los dos años).