REDACCIÓN
Madrid
En muchos aspectos Internet es una ayuda, pero desde el punto de vista sanitario la Red puede conllevar problemas, como en el caso de la venta de medicamentos a través de este canal. Aunque el 52,4 de la población española, según un estudio realizado al respecto por FEFE, considera “mal o muy mal” la venta de fármacos por Internet, aún existe un 20 por ciento de la población que ve bien esta opción, lo que hace necesario que tanto autoridades sanitarias como farmacéuticas sigan trabajando para concienciar al paciente de los riesgos que entraña la compra de estos productos fuera de la botica.
Por este motivo, en las últimas fechas proliferan los encuentros profesionales en los que se aborda esta cuestión, como así ocurrió el 28 de octubre en una mesa redonda organizada en Murcia por la Fundación Hefame. En ella, hubo unanimidad en creer que hasta que el cien por cien de la población no tome conciencia de los riesgos que supone la compra virtual de fármacos “no se debe dejar de incidir sobre ello”.
Diversos motivos se esconden tras la compra de medicamentos a través de la Red, como puede ser la búsqueda de precios más baratos. A este respecto, para Óscar Aguirre, miembro del Centro de Información del Medicamento de Murcia, esta excusa “no tiene sentido, puesto que en España contamos con los precios más bajos de la Unión Europea”.
El intento de obtener sin receta medicamentos que la precisan o no autorizados aún en España es otra de las razones que hacen que el consumidor acuda a la Red. “A la sociedad le faltan medios materiales y humanos para combatir la venta de medicamentos en la Red”, indicó José María Esteban, farmacéutico del Cuerpo de Sanidad Nacional y experto en la lucha contra medicamentos falsificados.
Por su parte, Prudencio Rosique, presidente del COF de Murcia y moderador de la mesa, incidió en que resulta “imprescindible” la presencia del boticario en la dispensación del fármaco, presencia inexistente en una compra virtual.
Nuevas generaciones
En el estudio antes mencionado se señala que el 11,8 por ciento de la población cree que Internet es un medio “seguro” para la venta de fármacos, y son las personas de menor edad las más proclives a pensar de esta manera (estos datos deberían obligar a realizar campañas centradas en este sector).
Su argumentación estriba en que “es usado sin problemas para otras compras”, por lo que Esteban cree que “se cae en el error de equiparar un medicamento como un artículo cualquiera”.