| viernes, 28 de enero de 2011 h |

Santiago de Quiroga

La iniciativa conjunta de todos los agentes del medicamento: industria innovadora, de genéricos, farmacia y distribución, no tiene precedentes. Muestra que hay aires nuevos en algunas de sus instituciones, y muestra en su compromiso, su preocupación por la cohesión de la política farmacéutica. Ana Pastor fue la impulsora de la Ley de Cohesión y Calidad (2003), mérito reconocido recientemente por la Alianza General de Pacientes (nadie mejor que los pacientes para hacerlo) de Emilio Marmaneu. Las restricciones a la prestación farmacéutica que ponen algunas regiones, especialmente preocupantes las de Galicia y Andalucía, han provocado no sólo la alarma en todo el sector del medicamento, sino también en la comunidad médica. La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), con Julio Zarco al frente, ya ha manifestado su preocupación por la limitación del vademécum o la puesta en práctica de estrategias de contención del gasto que no tienen en cuenta la práctica de los profesionales sanitarios. Semergen dice esto mientras destaca su compromiso por la sostenibilidad, pero respetando la ética y los criterios de evidencia científica. Ése debe ser el camino. Los médicos deben tener independencia moral y técnica, y ése es el fundamento de la libertad de prescripción.

Todo el sector se une renunciando a sus intereses particulares en beneficio de los intereses comunes.